Los italianos empezaron a votar este sábado en las elecciones legislativas de la Unión Europea, determinantes para la primera ministra de extrema derecha Giorgia Meloni y para calibrar la fuerza de esa tendencia en el bloque de 27 países.
Los sondeos pronostican que la extrema derecha podría hacerse con un cuarto de los escaños en el Parlamento Europeo. La perspectiva arroja un manto de incertidumbre sobre el equilibrio político de los próximos cinco años.
Las elecciones arrancaron el jueves en Países Bajos aunque la mayoría de los Estados miembros, entre ellos Alemania, Francia y España, votarán el domingo.
En Italia, tercera economía del bloque con 76 de los 720 escaños en el hemiciclo, los sondeos auguran un avance de Meloni, que se presentó en la lista de su partido “Hermanos de Italia”, con la cual llegó al poder en 2022 tras una campaña ampliamente centrada en la lucha contra la inmigración.
Los sondeos le atribuyen un 27% de los votos, con 22 eurodiputados, contra seis actualmente. Las elecciones en este país durarán hasta el domingo.
Una victoria de Meloni podría convertirla en una figura clave para un segundo mandato de la actual presidenta de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, del Partido Popular Europeo (PPE, derecha).
Las proyecciones indican que la bancada del PPE seguirá siendo la más fuerte del Parlamento, seguida por la de los Socialistas & Demócratas (S&D, socialdemócratas).
La bancada Renovar Europa (Renew, centristas y liberales) debería mantenerse como la tercera en importancia, aunque debilitada.
La ultraderecha está dividida en dos bloques, pero si su fortalecimiento se confirma, se convertirán en interlocutores insoslayables en el proceso de toma de decisiones.
– Manifestaciones y violencias –
En Alemania, decenas de miles de personas participaron en marchas para “decir no” a la ultraderecha e instar a los ciudadanos a acudir a las urnas para defender la democracia.
Y en Hungría decenas de miles participaron en Budapest en un mitin convocado por Peter Magyar, el principal opositor al primer ministro ultranacionalista Viktor Orban.
También se votó este sábado en Eslovaquia, aún sacudida por el intento de asesinato a balazos del primer ministro, Robert Fico.
El dirigente, uno de los pocos que respaldan en la UE al presidente ruso, Vladimir Putin, emitió su voto en el hospital donde se restablece del atentado, que según los sondeos reforzó su condición de favorito.
En Dinamarca, la primera ministra socialdemócrata Mette Frederiksen sufrió el viernes una agresión física que le provocó un leve esguince cervical.
El sospechoso de la agresión, un hombre de nacionalidad polaca, de 39 años, fue arrestado, indicó la fiscalía, añadiendo que hasta el momento, la “hipótesis principal es que no hay una motivación política” en el hecho.