Pandilla 5 Segonn, una de las mayores traficantes de cocaína en Haití, busca convertirse en milicia

Pandilla 5 Segonn, una de las mayores traficantes de cocaína en Haití, busca convertirse en milicia

La pandilla armada 5 Segonn de Haití ha llamado la atención recientemente con una nueva estrategia de promoción en redes sociales. Lo que solía ser una presencia destacada en TikTok con películas de rap, ha evolucionado hacia una imagen de una campaña de seguridad bien organizada.

Las últimas publicaciones muestran a miembros de 5 Segonn luciendo uniformes tácticos y manejando armas de alto calibre, incluyendo el fusil belga FAL, típicamente asociado con las fuerzas militares. Este cambio coincide con la llegada de una unidad de policía multinacional liderada por Kenia, lista para abordar la creciente crisis de seguridad en Haití.

Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, las pandillas han intensificado su influencia, extendiéndose por la capital, Puerto Príncipe, y más allá. La transformación de 5 Segonn se alinea con la unificación de varias bandas rivales a finales de febrero, seguida por una fuga masiva de la cárcel que sumió al país en un caos adicional.

Esta pandilla, ahora denominada Unité Village de Dieu (Unidad Pueblo de Dios), ha adoptado tácticas militares más sofisticadas, incluyendo el uso de drones para dirigir ataques contra la policía. Sus vehículos han sido camuflados y equipados con placas de matrícula secuenciales, y han llevado a cabo ataques audaces en áreas controladas por el gobierno, desafiando abiertamente a las fuerzas de seguridad.

Las armas utilizadas por 5 Segonn, incluyendo el FN FAL, plantean interrogantes sobre su origen, ya que son más recientes que las versiones adquiridas por el ejército haitiano en décadas anteriores. Existe la preocupación de que estas armas, junto con otras suministradas a las pandillas haitianas, provengan de fuentes internacionales, posiblemente a través del mercado negro.

Se ha identificado a Johnson André, alias “Izo”, como el líder de 5 Segonn, quien fue sancionado por Estados Unidos por una serie de delitos, incluyendo secuestros y asesinatos. La alianza entre Izo y otros personajes clave, como Dimitri Hérard, ex jefe de seguridad del presidente asesinado, apunta a una conexión más amplia entre las pandillas, figuras políticas y criminales de alto nivel en Haití.

El ascenso de las pandillas haitianas refleja la compleja dinámica política y social del país, donde la violencia ha sido utilizada como herramienta por parte de diversos actores para mantener el control y perseguir intereses particulares. Sin embargo, con la intensificación de la crisis de seguridad, las pandillas han pasado de ser meros instrumentos de poder a actores autónomos que desafían la autoridad del estado y amenazan la estabilidad del país.

Fuente: New York Times