El expresidente y candidato republicano estadounidense, Donald Trump, instó a ejecutivos de la industria petrolera a recaudar 1.000 millones de dólares para su campaña con la promesa de que, si es reelegido, revocará regulaciones ambientales que ha impuesto la administración de Joe Biden, informó este jueves The Washington Post.
El periódico citó fuentes anónimas con conocimiento de la reunión, que habría tenido lugar el mes pasado en el club Mar-a-Lago de Trump en Florida.
La campaña no confirmó ni negó a la AFP los señalamientos publicados en el artículo.
“Joe Biden está controlado por extremistas medioambientales que están tratando de implementar la agenda energética más radical de la historia y obligan a los estadounidenses a comprar vehículos eléctricos que no pueden pagar”, afirmó Karoline Leavitt, portavoz de la campaña.
La campaña de Biden acusó a Trump de “vender familias trabajadoras a las grandes petroleras a cambio de cheques para su campaña”.
Según el informe de The Washington Post, Trump se comprometió a finalizar de inmediato la congelación de permisos para nuevas exportaciones de gas natural licuado (GNL), que impuso la administración Biden.
También anticipó a ejecutivos de alrededor de dos docenas de compañías como Venture Global, Cheniere Energy, Chevron y Exxon, que subastaría más concesiones petroleras en el Golfo de México y que revocaría las restricciones de perforación en el Ártico de Alaska.
La Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que fue el plan de acción climática de Biden, canaliza unos 370.000 millones de dólares en subsidios para la transición energética de Estados Unidos.
Trump ha puesto en duda la ciencia detrás del cambio climático y durante su mandato retiró a Estados Unidos del acuerdo de París para limitar el calentamiento global.
“Trump está actuando como el villano de un cómic, ofreciendo feriar el destino del planeta por un cheque de 1.000 millones de dólares”, dijo en un comunicado el grupo climático Evergreen Action.
“(Él)Está listo para literalmente entregarle un bolígrafo a Exxon y Chevron para que escriban las políticas que retrasarán el progreso climático de Estados Unidos y que envenenarán a nuestras comunidades”.
La campaña de Biden llamó a Trump “un títere de sus mayores donantes”.
“Trump no está luchando por lo que es mejor para las familias estadounidenses, energía más barata o nuestro clima; solo le importa ganar estas elecciones”, agregó.