La directora ejecutiva de la agencia de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Ghada Waly, afirmó este lunes que la amenaza del crimen organizado ha aumentado “de forma brusca y alarmante” en Ecuador, donde la oficina estableció una nueva sucursal.
“En los últimos meses, la amenaza que representan las bandas y los grupos criminales en Ecuador se ha intensificado de forma brusca y alarmante, socavando la paz y la prosperidad”, dijo Waly en una conferencia de prensa en Quito este lunes, cuando se inauguró la nueva sede.
La expansión del tráfico de droga, especialmente de cocaína, “ha desencadenado la competencia criminal (…) desatando la violencia en las calles y cárceles de Ecuador”, añadió.
De acuerdo con la UNODC, al menos el 80% de los homicidios en Ecuador se atribuyen al crimen organizado.
Desde febrero de 2021, cuando estalló la violencia carcelaria, unos 460 reclusos han muerto producto de cruentas masacres.
La tasa de homicidios trepó en 2023 al récord de 43 por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2018 era de 6, según cifras oficiales.
En ese contexto, la agencia estableció una oficina en Quito con miras a “intensificar el apoyo” en la lucha contra el narcotráfico en el país, donde el año pasado se decomisaron cerca de 220 toneladas de droga.
Ubicado entre Colombia y Perú -los mayores productores mundiales de cocaína- Ecuador dejó hace años de ser una isla de paz y se convirtió en un centro logístico para el envío de droga, principalmente cocaína, hacia Europa y Estados Unidos.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, expresó que el plan de compromisos con la UNODC tiene seis ejes que incluyen la lucha contra la corrupción en los puertos, el combate al lavado de activos, el refuerzo de la seguridad marítima y fluvial y la cooperación internacional.
“La UNODC ha sido un actor clave para el Ecuador con la que podemos contar para recuperar la paz”, dijo Sommerfeld.