El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció la “grave” desaparición de “más de un millón” de armas y municiones de dos bases militares, que atribuyó a redes de tráfico vinculadas a grupos ilegales colombianos y extranjeros, que “probablemente” llegaron a Haití.
Las armas fueron sustraídas “con destino a subdemandantes como grupos armados en Colombia (…) y probablemente conflictos extranjeros, el más cercano el de Haití”, declaró el mandatario desde la Casa de Nariño.
Según Petro, “hay más de un millón de municiones perdidas, entre municiones, explosivos, granadas, armas como misiles” provenientes de las bases militares de Tolemaida (centro) y La Guajira (norte).
“Ha existido durante un largo tiempo redes integradas por gente de las fuerzas militares y civiles dedicadas a un comercio masivo de armas”, añadió Petro.
En Colombia, un país atravesado por medio siglo de conflicto armado, la fuerza pública ha sido salpicada por frecuentes escándalos de corrupción y complicidad con narcos y guerrillas.
La desaparición del armamento fue detectada en una inspección de inventario. Junto al ministro de Defensa, Iván Velásquez, y del comandante general de las Fuerzas Militares, Helder Giraldo Bonilla, Petro destacó que Haití está “a siete horas en lancha rápida de la base de La Guajira”, uno de los arsenales robados.