Un juez del Tribunal de París ha ordenado la detención provisional de Gérard Depardieu (75 años), acusado, de nuevo, de violación y agresiones sexuales durante el rodaje de dos películas, entre 2014 y 2022.
Tras la detención provisional y uno o dos días de interrogatorios policiales, el actor más famoso y polémico de Francia podría quedar en libertad, a la espera de un largo rosario de procesos de numerosas mujeres que llevan un par de años presentando el mismo tipo de denuncias.
Desde el mes de junio del año pasado, colectivos feministas, asociaciones de mujeres agredidas y víctimas solitarias han multiplicado las denuncias judiciales. Muchas denuncias han prescrito.
Pero muchas otras esperan una larga e inflamable instrucción judicial. Depardieu es acusado de agresiones sexuales, excesos brutales, violación, rodajes salpicados de abusos. Comportamiento «aceptado» en silencio por numerosos directores y actores.
A finales de julio del año pasado, Depardieu se vio forzado a interrumpir definitivamente una gira nacional, cantando una legendaria obra de Barbara, gran cantante nacional, donde se evoca la figura del «Águila negra», el violador presumido o real de la cantante, en su infancia.
Desde entonces, las acusaciones y denuncias han continuado sucediéndose. A finales del mes del año pasado, una veintena de casos repetían las mismas acusaciones.
A última hora de la mañana del lunes la justicia ha vuelto a ordenar la detención provisional del actor, que niega todas las acusaciones y se dice víctima de una «campaña de denigración».
La primera querellante es la decoradora de la película «Les Volets verts», adaptación de una novela de Georges Simenon, dirigida por Jean Becker.
La segunda querellante fue la asistente de dirección de Jean-Pierre Mocky, durante el rodaje de Le magicien et les siamois«
