Estados Unidos reimpuso sanciones al petróleo y gas de Venezuela como respuesta a un “acoso” electoral contra la oposición al presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, expertos coinciden en que dejó algunas “ventanas abiertas” que pueden minimizar el impacto de las medidas.
La licencia general 44, que permitía la comercialización de petróleo y gas a Venezuela, venció en la medianoche del jueves sin que fuera renovada. En su lugar se anunció la 44A, que permitirá a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) culminar las transacciones que tenga pendientes con socios antes del 31 de mayo.
¿Y después?
– La licencia –
Estados Unidos impuso un embargo petrolero en 2019 tras desconocer la reelección de Maduro un año antes. La medida, parte de una batería de sanciones, coincidió con el momento más agudo de una crisis sin precedentes.
Desde entonces, la Casa Blanca otorgó licencias para operar en el país caribeño, como la de la gigante Chevron, aún vigente. Y en octubre pasado levantó parcialmente el embargo condicionándolo a avances en la organización de las presidenciales del 28 de julio, en las que Maduro vuelve a ser candidato.
Con el vencimiento de la licencia 44, el Departamento del Tesoro dio plazo para “la liquidación de transacciones” pendientes hasta el 31 de mayo.
“Es como una especie de prórroga para los operadores que se beneficiaron de la licencia 44, que tienen mes y medio más para ir cerrando su negocio y saben que la fecha tope es el 31 de mayo”, explicó a la AFP Leonardo Vera, presidente de la Academia de Ciencias Económicas de Venezuela.
Pero además la 44A incluye un apartado que permite a las empresas que deseen trabajar con Venezuela solicitar licencias específicas, como la que tiene Chevron. “Son las ventanas que quedan abiertas”, señaló el analista.
– ¿Decisión final? –
“Estamos disponibles, dispuestos a seguir avanzando con todas las empresas trasnacionales que quieran venir”, reaccionó el presidente de PDVSA y ministro de Petróleo, Pedro Tellechea, el miércoles.
Simbólico: el mismo día de las sanciones, Tellechea firmaba un acuerdo para que la operación conjunta con la española Repsol aumente su producción de crudo y gas, destinada a pago de deuda.
“Estamos convencidos de que vamos a estar bendecidos por el éxito de esta nueva actividad que incorpora nuevos campos y que por lo tanto, aspiran a aumentar la producción petrolera de este país en el beneficio de su pueblo”, celebró Luis García, representante de la petrolera española.
Repsol y otras empresas europeas como la francesa Maurel & Prom ya “habían pedido licencias individuales”, adelantó Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker, en la Universidad de Rice, en Texas
Y “esa señalización de Estados Unidos puede implicar que se aprobarían”, siguió el experto, que descarta “un retorno a la política de sanciones previa”.
Washington de hecho asomó que puede cambiar la medida si ve cambios significativos en la organización de las presidenciales en Venezuela, donde la oposición denuncia trabas para presentar su candidatura tras la inhabilitación de la líder y favorita en las encuestas María Corina Machado, y el bloqueo a su sustituta Corina Yoris.
“No debe verse como una decisión final en la que ya no creemos que Venezuela pueda celebrar elecciones competitivas e inclusivas”, dijo el miércoles un funcionario estadounidense que pidió el anonimato en rueda de prensa telefónica.
– Riesgos –
Venezuela produce más de 900.000 barriles diarios (bd) y aspira cerrar el año en 1,2 millones de bd, según Tellechea: “seguimos avanzando, seguimos creciendo”.
El impacto en la producción puede ser menor pues el horrible proviene de la operación de Chevron. El riesgo está en los ingresos, destacó Monaldi.
La 44A “es mucho más específica y discrecional” y “si no hay empresas que obtengan licencias para comprarle, PDVSA va a tener que vender en el mercado negro con todas las dificultades de descuentos y cobro”.
Tellechea dijo que harán las “mediciones correspondientes”, pero es tajante en no volver a políticas que abrieron la puerta a la corrupción e insistió en vender a precio internacional.