El parlamento alemán adoptó el viernes una ley que simplifica la reasignación de género, una votación considerada un “gran paso” a favor de los derechos de la comunidad LGTBQ+ y la modernización del país.
El texto, proyecto emblemático de la coalición de centroizquierda de Olaf Scholz, todavía suscita polémica, sobre todo entre las filas conservadoras, que lo consideran demasiado liberal.
En la votación en el Bundestag, 374 diputados votaron a favor de la ley, 251 en contra y 11 se abstuvieron.
La ley podrá así entrar en vigor, sin que el Bundesrat, la cámara alta que reúna a los representantes de las regiones, tenga que votar.
Reemplazará la legislación de los años 1980 que consideraba de facto la transidentidad como una enfermedad psicológica y que había sido parcialmente rechazada por el Tribunal Constitucional.
Alemania se suma al club de países que adoptan el principio de autodeterminación, como Bélgica, España, Irlanda, Luxemburgo y Dinamarca.
A partir de ahora bastará con llenar una declaración en el registro civil para cambiar de nombre y de sexo.
Para los menores de 14 años los padres o tutores deben realizar el trámite. Los adolescentes de 14 a 18 años pueden hacerlo ellos mismos, pero con el acuerdo de sus padres.
Está previsto un tiempo de reflexión y sólo después de tres meses se validará el cambio en el estado civil.
Una posible solicitud de cambio de género sólo será posible después de un año