Los eurodiputados iniciaron este miércoles la sesión en que someterá a voto una amplia reforma de la controvertida política migratoria de la Unión Europea, que refuerza los controles fronterizos y establece un sistema de solidaridad entre los miembros del bloque.
El denominado ‘Pacto sobre Migración y Asilo’ es el resultado de un delicado compromiso sobre un tema que divide al bloque desde hace años y los negociadores desean que la reforma sea aprobada antes de las elecciones europeas de junio.
Son sometidos a voto diez textos, que en conjunto definen la reforma de la política migratoria y de asilo europea.
“Si uno de los textos fracasa, todo el paquete claramente fracasará también”, dijo la eurodiputada francesa Fabienne Keller.
El resultado final era este miércoles difícil de prever. “Será una votación muy ajustada (…) Todos los textos deben ser aprobados, o ningún texto será aprobado”, dijo la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson.
El eurodiputado francés Mounir Satouri, de los Verdes, dijo que la propuesta representaba un “hundimiento de los valores” de la UE, al tiempo que los representantes de la extrema derecha consideran que las nuevas reglas son insuficientes.
La eurodiputada socialdemócrata alemana Birgit Sippel, relatora de los textos, dijo que “no votaremos un paquete perfecto”, pero destacó que se trata de “un importante primer paso para compartir responsabilidades”.
La base de la discusión es una propuesta presentada por la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) en septiembre de 2020, y negociada desde entonces.
Los tres principales bloques del Parlamento Europeo -el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), los Socialistas y Demócratas (S&D, centro izquierda) y Renovar Europa (Renew, liberales centristas)- son en general favorables al texto de la reforma.
Pero el plan enfrenta resistencias importantes de parte de los Verdes, la izquierda y de algunos legisladores socialistas.
Simultáneamente, el proyecto de reforma es agriamente criticado por oenegés y organizaciones sociales.
Un grupo de 161 entidades -que incluyó a HRW, la Cruz Roja y Amnistía Internacional- pidió a los eurodiputados que rechacen el plan de reforma, por considerar que atenta derechos fundamentales de los migrantes.
Johansson había dicho el martes que con este proyecto, “no protegemos solamente las fronteras, sino también los derechos de los migrantes y propiciamos una migración ordenada”.
Este pacto, en cualquier caso, no se aplicaría hasta el año 2026.
- Nivel récord de migrantes en 2023 –
En forma paralela, la UE ha negociado acuerdos con países de origen y tránsito de migrantes -como Mauritania, Túnez y Egipto- en una tentativa de reducir el número de llegadas a las fronteras del bloque.
Según la Agencia de Asilo de la UE, las solicitudes de protección en 2023 alcanzaron 1,14 millones en los países del bloque (más Noruega y Suiza), su nivel más elevado desde el año 2016.
La reforma propuesta del pacto de migración establece un procedimiento obligatorio para controlar a los migrantes que llegan a las fronteras, donde deben ser registrados para determinar el procedimiento aplicable.
Por eso, los inmigrantes que no sean aceptados serán retenidos en centros especiales de acogida mientras se determina su expediente en forma acelerada, para proceder más rápidamente con la devolución de esas personas.
Además, con la reforma contempla la implementación de un sistema obligatorio de solidaridad, como forma a ayudar a los países que reciben a muchos inmigrantes y demandantes de asilo, como Italia, Grecia o España.
De esa forma, otros Estados deberán recibir en su territorio a solicitantes de asilo o tendrán que proporcionar apoyo financiero a los países bajo mayor presión migratoria.
Caso el proyecto de reforma resulta aprobado en la plenaria del Parlamento Europeo, aún deberá ser formalmente adoptado por los 27 países del bloque.
En ese escenario, la Comisión Europea deberá presentar hasta el mes de junio un programa detallado de implementación.