El Parlamento Europeo aprobó este miércoles una amplia reforma de su política migratoria, el Pacto de Migración y Asilo, luego de una delicada negociación de varios años sobre un tema que destruyó evidentes divisiones en el bloque.
La controvertida reforma, que refuerza los controles fronterizos y establece un sistema de solidaridad entre los países miembros recibió el apoyo de los tres principales grupos del Parlamento, los Socialistas y Demócratas, el Partido Popular Europeo (PPE, derecha) y los centristas de Renovar Europa.
“Hicimos historia”, se felicitó en la red X la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, poco después del fin de las votaciones.
“Hemos creado un marco legislativo sólido sobre cómo abordar la migración y el asilo en la UE. Han pasado más de diez años en su elaboración. Pero cumplimos nuestra palabra”, aseguró la legisladora maltesa.
La reforma aprobada este miércoles representa “un equilibrio entre solidaridad y responsabilidad”, indicó.
Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la aprobación de la reforma de la política migratoria del bloque es “un logro enorme para Europa”. “Ha sido realmente un día histórico”, dijo.
Por su parte, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, dijo que con la reforma la UE “podrá defender mejor nuestras fronteras exteriores”.
También, señaló, podrá defender “a los vulnerables ya los refugiados, devolver rápidamente a aquellos que no son elegibles para quedarse”, y al mismo tiempo implementar una “solidaridad obligatoria” entre los Estados del bloque.
– Reacciones desencontradas –
Aún en la sede del Parlamento Europeo, el eurodiputado español Manu Pineda, del bloque de Izquierda, lamentó que con el voto de este miércoles “la UE entregó su política migratoria a la extrema derecha”.
“Este pacto lleno de vergüenza a toda la UE”, afirmó.
En tanto, el ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, dijo que “este nuevo pacto prácticamente concede la luz verde a la migración ilegal en Europa”.
Hungría, dijo el ministro, “no cederá” sobre su barrera física en la frontera. “No permitiremos que inmigrantes ilegales pongan un pie en Hungría”, adelantó.
En una nota, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC), pidió a los países de la UE que “garanticen condiciones humanas para los solicitantes de asilo y los migrantes afectados”.
De su lado, Amnistía Internacional señaló que las instituciones de la UE “vergozosamente han firmando un acuerdo que saben que conducirá a un mayor sufrimiento humano”.
La sesión de votación en el Parlamento Europeo llegó a ser brevemente interrumpida a causa de una ruidosa protesta en las gradas del plenario, donde activistas pedían a gritos a los eurodiputados que votaran contra el proyecto de reforma.
“¡Este pacto mata! ¡Vota NO!”, gritaban.
– Solidaridad obligatoria –
El pilar central de esta propuesta fue lanzada por la Comisión Europea (el brazo ejecutivo de la UE) en 2020, en una tentativa de acercar las posiciones de los diferentes grupos políticos.
Así, la reforma promueve un refuerzo en los controles de las fronteras externas de la UE.
La reforma establece un procedimiento obligatorio para controlar a los migrantes que llegan a las fronteras, donde deben ser registrados para determinar el procedimiento aplicable.
Así, los inmigrantes que no sean aceptados serán retenidos en centros especiales de acogida mientras se determina su expediente en forma acelerada, para proceder más rápidamente con la devolución de esas personas a sus países de origen.
Simultáneamente, determina la implementación de un sistema obligatorio de solidaridad, como forma de ayudar a los países que reciben a muchos inmigrantes y demandantes de asilo, como Italia, Grecia o España.
De esa forma, otros Estados deberán recibir en su territorio a solicitantes de asilo o tendrán que proporcionar apoyo financiero a los países bajo mayor presión migratoria.
Estos dos aspectos se habían tornado tópicos de suma sensibilidad después de la crisis migratoria de 2015 en la UE.
Esta nueva normativa sobre migración y asilo no se aplicará hasta el año 2026, y para eso la Comisión Europea deberá presentar hasta el mes de junio un programa detallado de implementación.
La UE ha negociado acuerdos con países de origen y tránsito de migrantes -como Mauritania, Túnez y Egipto- en una tentativa de reducir el número de llegadas a las fronteras del bloque.