La Oficina Europea de Policía (Europol) anunció este viernes haber identificado a 821 bandas criminales de alta peligrosidad que operan en la Unión Europea, aunque en algunos casos sus líderes actúan desde fuera del bloque.
Según el informe de Europol, la mayoría de esas redes criminales trafican con drogas, especialmente cocaína, aunque han expandido sus negocios lícitos, como empresas de construcción, de transporte por carretera o clubes nocturnos.
Las redes, apunta el informe, movilizan capitales para sobornar y amenazar a fiscales y jueces.
“Nuestro mensaje a las redes criminales más amenazantes es que ya no se pueden esconder”, dijo Catherine De Bolle, la directora ejecutiva de Europol al presentar el informe.
El documento, de 51 páginas, ofrece un análisis de los desafíos de la UE en materia de redes criminales.
Según el informe, la mayoría de redes más peligrosas se concentra en el tráfico de drogas, como la cocaína, la heroína, la marihuana y productos alucinógenos sintéticos.
Las bases de operaciones más importantes están situadas en Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y España, todos ellos países con importantes infraestructuras portuarias.
El informe también menciona redes dedicadas a la extorsión, el tráfico de armas y el tránsito clandestino de migrantes.
– Presión sobre terceros países –
Según De Bolle, “ningún estado” es inmune al problema. “Es un entorno multinacional. Entre los 25.000 sospechosos identificados, hemos encontrado 112 nacionalidades”.
En general los líderes de esas redes están cerca de las áreas donde operan, “pero un 6% están fuera de la UE”, y menciona países como Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Marruecos o de América del Sur.
La ministra belga de Interior, Annelies Verlinden, señaló “una nueva era en nuestra lucha contra el crimen organizado, una era marcada por la innovación, la colaboración y el firme compromiso de garantizar la seguridad de la UE y sus ciudadanos”.
Por su parte, el ministro belga de Justicia, Paul Van Tigchelt, formuló una alerta sobre el aumento de casos de lo que llamó “drogas zombies”, esencialmente sintéticas.
“Hay cada vez más drogas sintéticas en Europa, y vemos drogas sintéticas cada vez más fuertes. En Bélgica, en Flandes, cerca de la costa, tenemos una de esas drogas, llamada Flakka”, afirmó.
Para Van Tigchelt, los países de la UE deberían ejercer “mucha más presión como bloque diplomático” sobre los terceros países de donde provienen las drogas o desde donde operan sus líderes.
“Debemos permanecer unidos contra estos países, para que colaboren mejor con nosotros”, dijo.
La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, recordó que el bloque europeo está “negociando un nuevo acuerdo de estatus para Europol con varios países latinoamericanos”.
Una parte de las drogas interceptadas en puertos de la UE, en especial en puertos de Bélgica y Países Bajos, había salido de puertos de Ecuador y Colombia, según reportes de autoridades de esos dos países europeos.
Según el informe de Europol, algunas de las redes criminales son tan poderosas que pueden continuar operando aún con sus líderes encarcelados.
El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, mencionó que las redes son capaces de amenazar tanto a jueces como a fiscales, y que esto constituye “una cruda realidad”.