“Incontables niños” corren el riesgo de morir como consecuencia de la violenta crisis que asola Haití, advirtió este martes la directora de Unicef, quien mostró especial preocupación por los 125.000 menores en peligro de desnutrición aguda.
“La violencia y la inestabilidad en Haití tienen consecuencias que van mucho más allá del riesgo de violencia como tal. La situación está creando una crisis sanitaria y alimentaria que podría costar la vida a niños incontables”, explicó Catherine Russell, responsable del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en un comunicado.
“Miles de niños están al borde del abismo, mientras que la ayuda vital está lista para ser distribuida si cesa la violencia y se reabren las carreteras y los hospitales”, añadió.
Según un reciente informe internacional, casi cinco millones de personas, cerca de la mitad de la población del empobrecido país caribeño, está en situación de inseguridad alimentaria grave, de las cuales 1,64 millones se encuentran en el nivel 4 (emergencia) de una escala de 5.
La violencia de las pandillas en los departamentos de Artibonite y del Oeste, que incluye a la capital Puerto Príncipe, ha restringido la distribución de ayuda y afectó al ya frágil sistema sanitario, “creando una amenaza inminente para las vidas de más de 125.000 niños en riesgo de desnutrición aguda”, según Unicef.
En este contexto, la agencia de la ONU hace un llamamiento a la comunidad internacional para que acelerar el restablecimiento del orden en esa nación y aumentar el apoyo financiero.
El plan de respuesta humanitaria de Naciones Unidas para el país caribeño en 2024, estimado en 674 millones de dólares, logró financieramente menos de un 7% del paquete total.
Haití, que ya atravesaba una profunda crisis política y de seguridad, vive días de caos desde que varias bandas criminales se unieron para atacar lugares estratégicos de Puerto Príncipe en un pulso contra el primer ministro Ariel Henry.
El dirigente, muy cuestionado en el país después de haber asumido en 2021 sin afrontar elecciones tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, aceptó dimitir el 11 de marzo y ceder el poder a un consejo de transición, cuya formación se ha visto retrasada por numerosos desacuerdos. políticos.