Canadá ha fletado helicópteros para evacuar a un pequeño número de sus ciudadanos de Haití, dijo el lunes la ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, después de que se cortaran los enlaces aéreos comerciales con Puerto Príncipe en medio del caos político.
Pero los vuelos programados para el día a la República Dominicana finalmente no pudieron despegar, contrariamente a las declaraciones anteriores del gobierno de que las evacuaciones habían comenzado.
“Debido a condiciones climáticas imprevistas, las salidas asistidas de hoy fueron pospuestas y se reanudarán tan pronto como las condiciones climáticas lo permitan”, dijo el ministerio en un comunicado el lunes por la noche, añadiendo que todos los pasajeros “permanecen seguros” mientras esperan nuevos vuelos.
Unos 30 canadienses vulnerables han solicitado asistencia para salir de Haití, de un total de alrededor de 3.000 actualmente en la nación caribeña.
“El pueblo haitiano se ha enfrentado a una crisis multidimensional: una crisis de seguridad, una crisis humanitaria y una crisis política. Las pandillas están aterrorizando las calles. Las mujeres y los niños tienen miedo de abandonar sus hogares y la corrupción está rampante”,
dijo Joly en una conferencia de prensa. conferencia de prensa en Ottawa ese mismo día.
“Y ahora las bandas han tomado el aeropuerto, sin dejar posibilidad de salir de Puerto Príncipe sin poner en peligro a las familias”, afirmó.
“En estas circunstancias, es importante para nosotros poder llevar a los canadienses a un lugar seguro”.
La República Dominicana ofrece la ruta de escape más rápida, afirmó Joly. Sin embargo, señaló que cualquier canadiense en Haití que desee ser evacuado debe tener un pasaporte válido.
“También estamos considerando otras opciones”, añadió Joly, instando a los canadienses que aún necesitan ayuda a consultar sus cuentas de redes sociales o el sitio web de Asuntos Globales de Canadá para obtener información.
Puerto Príncipe sigue siendo objeto de batallas callejeras que estallaron a finales de febrero, parte de una ola de violencia de pandillas que provocó la prometida renuncia del Primer Ministro Ariel Henry.
Su inminente salida, una exigencia clave de las bandas armadas que se alinearon para lanzar los ataques a la capital, no ha disminuido la violencia.
A medida que se prolonga la formación de un gobierno de transición, los haitianos comunes y corrientes sufren una grave escasez de alimentos.