Los irlandeses votaron este viernes en un referéndum que busca modernizar las referencias a la mujer y a la familia en su Constitución, redactada en 1937 cuando la Iglesia católica imponía su dogma en el país.
Los colegios electorales abrieron a las 07H00 GMT locales y los casi 3,5 millones de personas con derecho a voto tuvieron hasta las 22H00 GMT para acudir a las urnas, aunque los resultados no se conocerán hasta la noche del sábado.
Según las primeras estimaciones, la participación fue inferior al 50% en la mayoría de las 39 circunscripciones. La cifra es inferior a la del último referéndum de 2018, que acabó con la prohibición del aborto.
La primera cuestión planteada en la consulta de este viernes se refirió a la definición de la familia, y propuso ampliarla más allá de la base del matrimonio, incluyendo las “relaciones duraderas”, como las parejas que no se han casado y sus hijos.
La segunda pregunta propuso borrar una referencia obsoleta sobre el papel de la mujer en el hogar, que sugiere que se debe ocupar de las personas que viven con ella.
Una nueva fórmula extendería a todos los miembros de una familia la responsabilidad de ocuparse de los otros. Las dos enmiendas se refieren al artículo 41 de la Constitución.
Todos los grandes partidos políticos son favorables a las enmiendas y hasta ahora los sondeos anunciaban una victoria fácil del “Sí”, en este referéndum que coincide con el Día Internacional de la Mujer.
Pero las últimas encuestas han mostrado un cambio de tendencia, debido a la imprecisión de las preguntas sometidas al voto.
Esta semana, el primer ministro Leo Varadkar, que dirige la coalición gubernamental de centroderecha que propuso el referéndum, admitió que la victoria del “Sí” no estaba garantizada para las dos mociones.
“Estos cambios son pasos hacia adelante y en su conjunto somos favorables al ‘Sí'”, declaró el jueves Mary Lou McDonald, dirigente del partido izquierdista Sinn Fein.
Pero hay grupos que critican las formulaciones de las preguntas.
“Nadie sabe exactamente lo que es una relación duradera, cuando todos sabemos lo que es un matrimonio”, dijo David Quinn, fundador del Instituto Iona, que defiende los intereses de la comunidad católica.
“Mucha gente votará ‘No’ debido a la confusión” suscitada y a la “desaparición de las palabras ‘mujer’ y ‘madre’ en el texto”, señaló.
Por su parte, grupos de extrema derecha critican que estos cambios pueden propiciar relaciones polígamas o reagrupamientos familiares de inmigrantes.