Las esperadas elecciones presidenciales en Venezuela serán el 28 de julio, día del natalicio de Hugo Chávez, con el presidente Nicolás Maduro como candidato natural a la reelección y la oposición contra las cuerdas con su principal aspirante inhabilitada.
La directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, este anunció el martes la fecha, aprobada por “unanimidad”. Los cómics se harán poco más de cinco meses antes de la toma de posesión del ganador, el 10 de enero de 2025.
El cronograma “contempla todos los requisitos constitucionales, legales y técnicos”, dijo el presidente del CNE, Elvis Amoroso, excontralor responsable de inhabilitaciones de opositores y sancionado por Estados Unidos en 2017 y la Unión Europea en 2020.
El anuncio de la fecha coincide con el aniversario número 11 de la muerte del izquierdista Chávez (1999-2013), cuyo legado Maduro ha prometido mantener.
Ya Maduro parece en campaña con viajes a la provincia para actos gubernamentales y políticos que, hasta ahora, eran excepción.
La oposición, en cambio, está bajo presión. No tiene en la práctica candidato, luego de que fuese ratificada una inhabilitación por 15 años para ejercer cargos públicos contra la exdiputada María Corina Machado, ganadora de sus primarias.
El cronograma
El plazo para inscribir candidaturas se fijó entre el 21 y el 25 de marzo y la campaña electoral será del 4 al 25 de julio.
“Le está dando 20 días a la oposición para resolver” un posible candidato alternativo a Machado, dijo a la AFP Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, en un momento en que la dirigente opositora sigue activa en actos políticos pese a que su inhabilitación, ratificada por la corte suprema en enero, no le permitirá inscribirse.
El gobierno y la oposición habían acordado elecciones en el segundo semestre de 2024 en negociaciones que media Noruega, en un pacto que contempla la observación de la Unión Europea y otros actores internacionales.
La UE envió una misión en 2021 en las últimas elecciones de gobernadores y alcaldes. Identificó mejoras en el sistema de votación, pero también irregularidades como el uso de recursos públicos en la campaña, la inhabilitación “arbitraria” de candidatos y el establecimiento de puntos de control del partido de gobierno en centros de votación.
Su presencia en el país terminó abruptamente, después de que Maduro tachara a los observadores de “enemigos” y “espías”.
“¡Vamos, Nico!”
Maduro, que gobierna desde 2013 tras ser ungido por Chávez antes de su muerte, dijo a principios de año que era “prematuro” confirmar si buscaría un tercer mandato, aunque importantes dirigentes chavistas dan por hecho su candidatura por el Partido Socialista Unido de Venezuela ( PSUV).
Su reelección en 2018 fue tachada de “fraudulenta” por la oposición, que boicoteó los comicios, y Estados Unidos, que impuso una batería de sanciones para intentar, sin éxito, sacarlo del poder.
La UE también desconoció el resultado.
Maduro asomó el lunes que las elecciones serían a finales de julio, recordando las “mega elecciones” del 30 de julio de 2000, en las que Chávez se reeligió por primera vez tras la aprobación de una nueva Constitución.
“¡Vamos, Nico!”, una consigna en respaldo del mandatario, fue coreada este martes en la plenaria del Parlamento tras el anuncio de la fecha.
“¿Y ahora?”
Machado aún no reaccionó al cronograma, pero León sostuvo que “está clarísimo que María Corina no va a ser candidata” y “no va a permitir una sustitución de su candidatura por alguien que no nombre directamente”.
Machado, aunque se barajan nombres, ha negado la posibilidad de hacerse a un lado, al insistir en que irá “hasta el final”, apoyado por los más de 2 millones de votos con los que arrasó en las primarias de la coalición opositora Plataforma Unitaria .
“El 21 de marzo toda Venezuela acompaña a nuestra candidata unitaria a inscribirse”, escribió en X el dirigente Juan Guaidó, exiliado en Estados Unidos.
Pero Henrique Capriles, dos veces excandidato presidencial e igualmente inhabilitado, se pregunta: “¿Y ahora?”.
“Hay que tomar decisiones”, publicó en X. “Bajo ningún concepto abandonar la fuerza del voto, (hay que) poner por encima de cualquier interés personal al país”.
Otros dirigentes alejados de la oposición tradicional -tachados de “colaboracionistas”- han anunciado intenciones de correr en las presidenciales, lo que los analistas estiman busca dividir el voto antichavista.