Nueva York, Estados Unidos. Seis días antes de sentarse en el banquillo de la justicia neoyorquina, el exjefe de la policía hondureña Juan Carlos Bonilla se declaró este martes culpable de narcotráfico, evitando así un juicio con el expresidente Juan Orlando Hernández, cuyo inicio está previsto el próximo lunes, informaron fuentes cercanas al caso.
Apodado “El Tigre”, Bonilla está acusado de conspirar para traficar cocaína a Estados Unidos y de posesión, uso y transporte de armas y dispositivos destructivos, cargos que podían acarrearle una condena de cadena perpetua.
El juez instructor del caso, Kevin Castel, anunciará la sentencia el próximo 25 de junio.
Bonilla sigue así a otro de los tres coacusados en el caso del expresidente Hernández (2014-2022), el expolicía Mauricio Hernández Pineda, que el viernes también se declaró culpable de una de las tres acusaciones, la de narcotráfico, evitando sentarse en el banquillo a partir del próximo lunes.
Se desconoce si ambos acusados han llegado a un acuerdo con la fiscalía para conseguir una rebaja de pena.
La defensa del expresidente había pedido la semana pasada que se separan los tres casos, ya que Bonilla tenía previsto declarar en su contra.
“Bonilla no pretende simplemente ofrecer una ‘defensa antagónica'”, sino que pretende “ir un paso más allá convirtiéndose en un segundo fiscal en el juicio”, rezaba el escrito de la defensa de Juan Orlando Hernández.
Según la fiscalía, el exjefe de la policía hondureña “protegió y asistió a los cárteles” para hacer transitar por territorio hondureño droga enviada desde Colombia y Venezuela vía marítima o aérea con destino a Estados Unidos.
Desde 2014, el país centroamericano ha extraditado a Estados Unidos a 38 personas acusadas de narcotráfico.
Algunos de ellos cumplen penas en las cárceles estadounidenses, como el hermano del expresidente, Juan Antonio “Tony” Hernández, y el colaborador de éste Geovanny Fuentes, sentenciados a cadena perpetua.
Otros condenados por narcotráfico en Estados Unidos son Fabio Lobo, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo (2010-2014), con una pena de 24 años de cárcel, y el exdiputado de ese país Fredy Renán Nájera, a 30 años.
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