Lisboa, Portugal.- El primer ministro portugués, Antonio Costa, reprendió a los policías portugueses que amenazaron implícitamente con perturbar la celebración de las elecciones legislativas del 10 de marzo, en un contexto de protestas para reclamar mejoras salariales.
“Es inadmisible recurrir a cualquier forma de lucha que esté fuera de la ley”, como “la amenaza implícita de comprometer el normal desarrollo de las próximas elecciones”, declaró el jefe del gobierno socialista, Antonio Costa, en una carta dirigida a los sindicatos de policías, de la que la AFP obtuvo una copia el martes.
Salpicado por un caso de tráfico de influencias, Antonio Costa, que dirige el país desde finales de 2015, dimitió a principios de noviembre, rechazando presentarse a un nuevo mandato.
Su gobierno aumentó la prima de misión destinada a compensar las condiciones de trabajo peligrosas de los agentes de la policía judicial, pero no la de los cerca de 42.000 efectivos de la policía nacional y de la gendarmería.
La movilización de las fuerzas de seguridad empezó con un agente acampando delante del Parlamento a principios de año, y desde entonces no ha dejado de crecer.
A finales de enero, entre 10.000 y 20.000 agentes, según sus representantes, se manifestaron en Lisboa y luego en Oporto, en el norte del país.
El movimiento de protesta se vio marcado también por una serie de bajas por enfermedad y provocó la cancelación de varios partidos de la liga profesional de fútbol programados el próximo fin de semana.
En este contexto, Armando Ferreira, el presidente de un sindicato minoritario de policías, insinuó que la falta de efectivos por bajas podría perturbar la celebración de las elecciones.
Este responsable desmintió luego haber querido anunciar un “boicot” de las elecciones.
“Estoy profundamente convencido […] de que las fuerzas de seguridad no tendrán que recurrir a tal acto de traición a nuestra democracia”, añadió Costa en su carta, fechada el lunes.
Según el primer ministro, el gobierno saliente ahora solo se ocupa de gestionar los asuntos corrientes y no pueden aumentar la prima de misión de las fuerzas del orden.
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