Estrasburgo, Francia. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, adelantó este martes que propondrá retirar un proyecto para reducir el uso de pesticidas, en una concesión a los agricultores del bloque tras sus multitudinarias protestas.
“La propuesta se convirtió en un símbolo de la polarización (…) Por eso propondré al Colegio [de comisarios] que retire esta propuesta”, dijo la dirigente ante el plenario del Parlamento Europeo en Estrasburgo, en Francia.
Von der Leyen expresó su confianza en que la Comisión, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, presente “una nueva propuesta mucho más madura, con la participación de las partes interesadas”.
La funcionaria alemana recordó que la propuesta lanzada por la Comisión había sido rechazada por el Parlamento Europeo y admitió que “tampoco hay progresos en el Consejo Europeo”, la instancia de negociación con los países del bloque.
Para poder avanzar, dijo Von der Leyen, son necesarios “más diálogo y un planteamiento diferente”.
Para Von der Leyen, una “protección eficaz de la naturaleza debe ofrecer incentivos generosos” y añadió que “tal vez” la Comisión no presentó sus argumentos de una “manera convincente”.
“Se requiere un incentivo real que vaya más allá de la mera pérdida de rendimiento. Los subsidios públicos pueden proporcionar tales incentivos”, apuntó.
– Iniciativa condenada –
En el Parlamento Europeo, la propuesta de la Comisión llegó a ser aprobada en la comisión de medioambiente, pero al llegar a la plenaria, en noviembre de 2023, chocó con la oposición del bloque del Partido Popular Europeo (PPE, derecha).
En esa votación en la plenaria, los eurodiputados rechazaron también que el texto regresara a la comisión de medioambiente, prácticamente sellando la suerte de la iniciativa.
En teoría, los ministros de Agricultura de la UE podrían seguir negociando el texto, pero el plan quedó claramente condenado al fracaso.
El anuncio de Von der Leyen es más un reconocimiento del fin de su propuesta que un paso efectivo para hallar una salida alternativa.
Los agricultores de varios países del bloque protagonizaron multitudinarias protestas estas últimas semanas, y entre las iniciativas que criticaban figuraba la transición a una explotación agrícola más “verde”, como el proyecto sobre el recorte de pesticidas.
Ante las protestas, la Comisión abrió formalmente un “diálogo estratégico” con productores agrícolas, comunidades rurales y empresas del sector.
La Comisión determinó además un límite a la importación de productos agrícolas desde Ucrania, otra de las razones de la ira de los granjeros europeos, y propuso una derogación parcial a las normas vigentes sobre tierras de barbecho.
Además, este anuncio fue formulado en la misma jornada en que la Comisión debe presentar en Bruselas una “hoja de ruta” sobre los pasos a adoptar hasta 2040 para sus ambiciosos objetivos de adaptación al cambio climático.
La UE se ha propuesto reducir hasta 2030 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% con relación a 1990, para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Con relación a las metas intermedias para 2040, un documento de trabajo sugiere mantener el ritmo de producción de 2020-2030, como forma de ofrecer un escenario previsible a inversionistas.
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