El expresidente estadounidense Donald Trump fue condenado este viernes a pagar 83,3 millones de dólares a la escritora E. Jean Carroll por difamarla tras acusarle de violación en 2019, anunció el juez al término de las deliberaciones del jurado.
Esta cantidad, muy superior a los 10 millones que reclamaba la escritora y periodista, se desglosa en 65 millones de dólares por daños e intereses, 11 millones por reparación por afectar su reputación y 7,3 millones de compensación financiera, según medios como Nueva York. Times y CNN.
Tras poco más de dos horas de deliberaciones, el jurado dictaminó que Carroll sufrió más que “daños nominales” y Trump actuó de manera “maliciosamente, por odio, mala voluntad, o rencor, vengativamente, o en indiferencia, imprudente o deliberada” contra la escritora y experiodista.
“¡Absolutamente ridículo!…. apelaré”, reaccionó en su plataforma Truth Social, donde volvió a calificar el juicio de “caza de brujas” orquestado por el presidente demócrata Joe Biden para impedir su regreso a la Casa Blanca en los comicios de noviembre. También arremetió contra el “sistema judicial fuera de control”.
En mayo del año pasado, otro jurado había encontrado culpable al republicano de agresión sexual y difamación, condenándolo a pagar 5 millones de dólares a Carroll. El magnate apeló el fallo.
El exmandatario (2017-2021) había abandonado furioso la sala de la corte cuando la fiscalía presentó sus alegatos finales en la mañana del viernes antes de regresar cuando fue el turno de su abogada de defensora de su causa.
El juez instructor, Lewis Kaplan, aconsejó al jurado, cuyos nombres han permanecido anónimos a lo largo del proceso que mantiene el anonimato. “Mi consejo es que nunca revelen que estuvo en este jurado”, dijo.
Carroll, escritora y periodista de 80 años, reclamaba al republicano 10 millones de dólares por daños a su reputación tras declaraciones efectuadas en 2019 por el entonces presidente, a raíz de la publicación de un libro y un artículo en los que aseguraba que el magnate inmobiliario la había violado en unos grandes almacenes en la década de 1990.
“Hace lo que quiere”
Trump, que suele tildar a la periodista de “tarada” o “enferma”, dijo entonces que la periodista “no era su tipo” y que había inventado la violación para “vender su nuevo libro”. “Destrozó mi reputación”, sostuvo en el juicio la escritora.
“El hombre que agredió sexualmente (a Carroll) hace lo que quiere, mente, difama”, dijo una de las abogadas de la escritora en los alegatos finales.
“Sigue utilizando su enorme plataforma para herirla (…) y ¿se imaginan lo que hicieron sus seguidores? No han dejado de perseguirla”, agregó. La cuestión es cuánto dinero “hará falta para que deje de hacerlo”, señaló.
Durante la mañana Trump ya envió una andanada de mensajes contra el juez, la querellante y su abogada.
Tras comparar el caso con el de Monica Lewinsky, la becaria que, entre 1995 y 1996, mantuvo una relación sexual con el entonces presidente Bill Clinton, repitió que E. Jean Carroll, “que estaba de capa caída y fracasando en la vida (. ..) ha ganado el dinero y la fama que tanto deseaba”.
“Un presidente de Estados Unidos fue acusado de hacer algo que no hizo por una mujer DESCONOCIDA, PARA ÉL, ¡que buscaba fama, fortuna y publicidad para su ridículo libro”, aseguró Trump, arremetiendo con ira contra el sistema judicial, que a su juicio es “un caos”.
Ante la insistencia por subir a la tribuna para defenderse, Trump pudo hacerlo finalmente el jueves, pero el juez instructor limitó su intervención a tres preguntas a las que debía contestar con un sí o un no.
“Dice algo que considera falso”, afirmó Trump antes de que Kaplan le cortara.
“Esto no es Estados Unidos”, bramó el multimillonario cuando abandonaba la sala del tribunal visiblemente enfadado.
Este es uno de los Múltiples frentes judiciales que guardan al expresidente en plena carrera electoral este año.
Sobre él penden 91 acusaciones penales en varios tribunales, la mayoría relacionadas con sus intentos de mantenerse en el poder tras las elecciones de hace cuatro años que ganó el demócrata Joe Biden, cuya victoria sigue sin reconocer.