Donald Trump derrotó este martes a Nikki Haley en las primarias republicanas de New Hampshire, lo que allana su camino en busca de un segundo mandato en las presidenciales de noviembre en Estados Unidos frente al demócrata Joe Biden.
Según las proyecciones divulgadas por las televisiones estadounidenses, el favorito en las primarias y expresidente de Estados Unidos (2017-2021) ganó las elecciones en New Hampshire, por delante de su exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, de 52 años.
Haley, feliz por su victoria en este pequeño estado del noreste, donde cuenta con numerosos partidarios, pero afirmó que “la carrera está lejos de haber terminado”.
Y advirtió a los republicanos de que convertir a Trump en candidato es una “victoria para Biden” el 5 de noviembre.
Trump quiere vengarse de Biden desde su derrota electoral en noviembre de 2020, que nunca ha reconocido. Su determinación es tal que no le detendrán los cuatro juicios penales y varias demandas civiles que pesan contra él.
“Todos van a votar de nuevo por mí (…). (Joe) Biden es el peor presidente de la historia de este país”, dijo horas antes de que cerraran los colegios electorales.
La participación ha sido “muy alta”, según las autoridades locales, citadas por la CNN.
Trump, de 77 años, cuenta con una base de seguidores fieles y ganó las primarias de Iowa el 15 de enero con una enorme ventaja sobre Ron DeSantis, que acabó tirando la toalla pese a quedar segundo y Haley tercero.
“Toma de control”
Tras su victoria este martes, los demócratas ya dan por hecho que en noviembre se repetirá el duelo Trump-Biden.
Los resultados confirman que “Donald Trump tiene casi asegurada la nominación del Partido Republicano, y que el movimiento MAGA, que niega las elecciones y se opone a la libertad, ha completado su toma de control” de la formación política, dijo en un comunicado la jefa de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez.
MAGA es el acrónimo del lema trumpista “Make America Great Again” (“Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”).
Trump, con su “agenda extremista” que anteriormente ha costado elecciones a los republicanos, “se dirige directamente a un enfrentamiento en las elecciones generales donde se enfrentará a la única persona que le ha derrotado en las urnas: Joe Biden”, añade el equipo del presidente.
Los demócratas también celebraban primarias este martes en New Hampshire, pero sin papeletas con el nombre de Biden debido a diferencias con la rama local del partido.
Biden ha viajado a Virginia (este) con su vicepresidenta Kamala Harris para defender en un mitin el derecho al aborto, amenazado o ya prohibido en gran medida en algunos estados gobernados por los republicanos.
“Donald Trump es el principal responsable de quitar esta libertad en Estados Unidos”, afirmó en un discurso interrumpido varias veces por manifestantes propalestinos que protestaban contra la ofensiva israelí en Gaza.
Biden, de 81 años, apunta el dedo acusador contra el republicano porque espera atraer votos con este tema, como los consiguió durante las elecciones de medio mandato.
Trump presume de que la supresión de la protección constitucional del derecho al aborto ha sido posible gracias a que él nombró a varios jueces conservadores en la Corte Suprema, que fue la que tomó la decisión.
En la práctica no hay diferencias programáticas trascendentales entre Trump y Haley pero sí de matices y de tono. En migración, por ejemplo, ambos son partidarios de cerrar la frontera con México, pero Trump va más allá acusando a los migrantes de “envenenar la sangre” del país.
New Hampshire representa sólo 22 delegados de un total de 1.215 que nominarán oficialmente al candidato republicano en julio en Milwaukee.
Pero en comparación con estados más conservadores, es revelador para tomar el pulso nacional y de las próximas primarias, dado que los afiliados no afiliados están autorizados a votar en las primarias tanto del partido republicano como del demócrata.