Uruguay.- El profesor Pedro Isern, de la Fundación CESCOS de Uruguay, advirtió que una invasión de la isla de Taiwán por parte de Pekín sería un error histórico, con consecuencias potencialmente catastróficas, una arriesgada jugada para Xi y una amenaza a la capacidad del Partido Comunista de China (PCCH) de permanecer regional y globalmente como un interlocutor previsible.
Dijo que la dirigencia del PCCh sabe esto y Xi Jinping sabe que ellos lo saben. La invasión sería una arriesgadísima jugada para Xi y una amenaza a la capacidad del PCC de permanecer regional y globalmente como un interlocutor.
Ante una eventual invasión, el experto plantea tres posibles resultados militares en tres escenarios temporales que, en su consideración, son “ineludibles”. Según su criterio, la invasión puede ser exitosa, puede generar un conflicto a la ucraniana; o puede fracasar.
En cualquiera de los casos, Isern considera que el costo para China sería muy alto y que el mundo debería estar atento a evitar una guerra entre las dos potencias asiáticas.
En un análisis sobre la situación entre China y Taiwán el experto de la Fundación CESCOS de Uruguay, destaca que una invasión solo beneficiaría en el corto plazo al líder chino Xi Jinping, que ha mostrado una creciente tentación de anexar la pequeña y democrática Taiwán, pero perjudicaría en el corto, mediano y largo plazo a los restantes actores relevantes.
Entre esos actores importante, cita a la población china en general y a la nomenclatura del Partido Comunista Chino (PCCh) en particular.
De acuerdo con el especialista de CESCOS hay una creciente divergencia entre lo que le conviene a Xi y lo que le conviene al resto de China y al mundo, debido a la debilidad incipiente del modelo autoritario chino y a la fortaleza intrínseca de las democracias.
“El modelo autoritario chino ha dejado atrás su momento de máxima eficiencia y, si bien las democracias viven en el laberinto propio de la complejidad, han vuelto a demostrar que tienen herramientas inéditas para actuar en situaciones límites”, sostiene Isern.
“Esta es una novedad de la época que la elección de Taiwán confirma en tanto refleja a una sociedad civil de un país pequeño que actúa con valentía y convicción. Las amenazas tácitas y explícitas de Beijing no han servido para amedrentar a una democracia sana y eficiente”, precisa el experto internacional.
Entiende que Xi ha quebrado la regla de la sucesión en el XX Congreso del PCCh en octubre del 2022 y que eso ha sido prácticamente un golpe de Estado.
Afirma que la cuestión taiwanesa es un “delicadísimo” punto en esta saga porque si bien es cierto que la política de la unificación engloba a toda la dirigencia del PCCh, la tentación de invadir es un beneficio de corto plazo que solo beneficia a Xi y perjudica las aspiraciones del régimen para permanecer como actor previsible en el mediano y largo plazo.