Los resultados del turismo internacional en Cuba, en el recién terminado 2023, reportan 2 436 979 llegadas de visitantes internacionales no residentes, que representan 822 892 visitantes más que en 2022, un incremento importante con respecto a igual período precedente. En 2023, se observa un paulatino aumento en todos los principales mercados, excepto Reino Unido y Holanda.
Producto de factores como las frecuencias de viajes aéreos y la aparición de nuevos destinos vacacionales en la región, con mejor relación calidad-precio, hay una significativa concentración en los mercados emisores, con el 70.9% del total de las llegadas de visitantes internacionales en cinco segmentos principales: Canadienses, cubanos que residen permanentemente en el exterior, estadounidenses, rusos y españoles. De los cubanos residentes en el exterior, 320 193 residen en Estados Unidos.
Si se analizan los indicadores de llegadas internacionales, entre los años 2004 y 2013 las llegadas se incrementaron en 803 447 visitantes internacionales, un crecimiento promedio interanual de 3.7%, mientras que en el período 2013-2018 los visitantes aumentaron en 1 016 098, para una tasa de crecimiento promedio anual de 10.65%. El año 2019 cerró con 436 352 visitantes menos en relación con 2018.
Para el caso cubano, no resulta válido enfrascarse en “recuperar” los indicadores de 2019, mal llamados prepandémicos, sino hacer “renacer” el turismo, con nuevas estrategias y modos de hacer en una nueva época, pero bajo condiciones financieras difíciles y restricciones que datan de antes de la pandemia de covid-19.
En este escenario, hay que tener en cuenta que los destinos que comparten el geoespacio turístico cuentan con dos importantes mercados a los que Cuba no tiene acceso por restricciones, prohibiciones y políticas extraterritoriales.
Es necesario recordar que en septiembre de 2017 el Departamento de Estado redujo el 60% del personal de la embajada de EE.UU. en La Habana y de la embajada cubana en Washington en respuesta a supuestos “ataques acústicos” e informó que, a partir de ese momento, los cubanos tendrían que viajar a un tercer país para solicitar visa de EE.UU.
En noviembre del mismo 2017, el Gobierno estadounidense prohibió los viajes individuales y transacciones con un conjunto de entidades cubanas, propiedad de empresas asociadas a las Fuerzas Armadas. Comenzando el 2018, el Departamento de Estado emitió una alerta de viajes a Cuba de nivel 3 que ahuyentó a instituciones académicas y culturales y a sus aseguradoras de viajar a la Isla. El turismo a Cuba se convirtió en un “arma política”.
En 2019, eufemísticamente último año “prepandémico”, continuaron las medidas anticubanas, en particular de restricción de viajes. En junio, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca anunció acabar con el “turismo velado” a Cuba. El Gobierno eliminó la categoría de viajes educacionales People to People, que amparaba a los pasajeros en cruceros, por lo que, en efecto, suprimió los viajes en esa modalidad, además de otros en barco y vuelos en aviones privados al país caribeño.
El 5 de junio, todas las líneas de cruceros de EE.UU. anunciaron la eliminación de Cuba de sus itinerarios. Mientras, el Departamento del Tesoro multó a Expedia Group, Hotelbeds USA y Cubasphere por supuesta violación del reglamento de la OFAC, por vender viajes o servicios para moverse dentro de Cuba, o entre ese país y lugares fuera de Estados Unidos.
En octubre de 2019, el Gobierno de EE.UU. obligó a empresas de terceros países a cesar sus contratos de arrendamiento con Cubana de Aviación, lo cual provocó la cancelación de vuelos internacionales a Santo Domingo, México, Cancún, Caracas, Puerto Príncipe, Fort de France y Pointe-à-Pitre.
En noviembre, Trivago, una empresa alemana con matriz estadounidense especializada en servicios y productos relacionados con internet en los campos de hotelería y alojamientos, eliminó a Cuba de su servicio debido a las medidas restrictivas de la Casa Blanca y, en consecuencia, las instalaciones hoteleras cubanas desaparecieron de una de las principales plataformas de búsqueda, que ofrece a los viajeros información suficiente para elegir cualquier destino del mundo.
En 2024, el turismo internacional a Cuba seguirá enfrentando una de las crisis más profundas y duraderas de los últimos 20 años. Incidirán, además, las elecciones presidenciales en Estados Unidos, México y República Dominicana; la coyuntura económica que determinará la demanda hacia nuevos destinos emergentes en el Caribe mexicano, Centroamérica y República Dominicana, donde se concentrará la oferta; los nuevos resorts hoteleros de lujo con la sagacidad de las grandes cadenas hoteleras en el Caribe, con una mejor oferta calidad-precio y, la conformación del escenario aéreo con nuevos itinerarios y rutas.
No obstante, las tendencias para el destino Cuba prevén un año en el que pudieran arribar 3.2 millones de visitantes internacionales.
Fuente: Cubadebate