La OEA respaldó este viernes al gobierno de Ecuador y condenó cualquier “amenaza o acciones violentas que alteran la democracia”, durante una sesión en la que la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld afirmó que su país “no puede bajar los brazos frente al narcoterrorismo”.
Los países miembros de la Organización de los Estados Americanos adoptaron por aclamación una declaración en defensa de la democracia y la paz social en Ecuador durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente, su órgano ejecutivo.
En ella expresan “su respaldo” al gobierno del presidente ecuatoriano, el derechista Daniel Noboa, y rechazan “todos los actos violentos” perpetrados por “grupos pertenecientes a la delincuencia organizada transnacional”.
Desde hace varios días los ecuatorianos viven bajo el yugo del terror impuesto por bandas de narcotráfico.
La OEA “repudia cualquier tipo de amenaza o violentas que alteren la democracia y la convivencia pacífica acciones” en el país y se compromete a “continuar monitoreando la situación” para “ofrecer la cooperación técnica que sea posible y el acompañamiento político” que solicita el gobierno ecuatoriano.
La canciller ecuatoriana fue la primera en tomar la palabra para explicarles los graves sucesos que se han salvado con 16 muertos y 178 funcionarios de prisiones secuestrados en el interior de los centros penitenciarios.
“Una era de guerra”
“El Ecuador enfrenta una grave crisis de conmoción social y violencia fruto de las actuaciones de grupos terroristas vinculados con la delincuencia organizada transnacional”, les dijo.
“Estos grupos tienen la capacidad de planificar, coordinar y ejecutar actos terroristas contra la población civil, incluso desde las cárceles”, afirmó Sommerfeld, insistiendo en que el país “no puede bajar los brazos frente al narcoterrorismo”.
Para el secretario general de la OEA, Luis Almagro, estos grupos constituyen un peligro regional.
“Las bandas criminales que operan en nuestra región representan un nuevo nivel de amenaza a la seguridad” y “han creado una nueva era de guerra”, advirtió.
“El conflicto se genera y se vive en Ecuador, los negocios están en otras partes del mundo”, sostuvo.
Ecuador se ha convertido en una plataforma de exportación de la cocaína producida en dos países limítrofes: Colombia y Perú.
La adopción de la declaración, que fue presentada por Ecuador, dio paso a la intervención de los países miembros.
Todos ellos aprovecharon para expresar su “solidaridad” y algunos mencionaron la importancia de respetar los derechos humanos en la lucha contra la delincuencia.
Sommerfeld lo destacó en su propio discurso, y al final cuando les dio las gracias por el apoyo agregó: “Es importante estar unidos y siempre defender el Estado de derecho” con “acciones que respetan los derechos humanos pero que defienden a la sociedad civil entera”. “.
“No están solos”
El embajador chileno ante la OEA, Sebastián Kraljevich, destacó que la responsabilidad en tareas de seguridad “no es un formalismo” porque “en el ámbito de lo social no existe tolerancia al vacío”.
“Cada vez que de un espacio social un Estado se retira rápidamente, ese vacío se llena con el crimen organizado”, por lo que es importante estar “activos” en cada rincón de los países “garantizando derechos en su amplio sentido, y entre ellos”. ciertamente la seguridad que es base para el ejercicio de otros derechos”, estimó.
Para algunos como Perú este flagelo debe abordarse a nivel internacional.
“Es importante que en su prevención y combate se tenga una perspectiva de mediano y largo plazo” principalmente regional y se haga a través de la “intensificación de la cooperación internacional”, afirmó Ana Gabriela Vásquez, miembro de la representación peruana ante la OEA.
Almagro estuvo de acuerdo en que “no es solo una crisis ecuatoriana, es un desafío regional que requiere de respuestas coordinadas y solidarias”.
“Sepa que no están solos”, le dijo a Sommerfeld, sino que “cuentan con la hermandad regional dispuesta a darle una mano a los ecuatorianos. Esta lucha es de todos”.