Miles de personas se manifestaron este miércoles en el centro de Buenos Aires en la primera protesta en contra del gobierno del presidente ultraliberal Javier Milei, en medio de un enorme dispositivo de seguridad, horas antes de que el mandatario anuncie medidas económicas.
Los manifestantes de los movimientos sociales de izquierda Polo Obrero y Movimiento Socialista de los Trabajadores marcharon por unas pocas cuadras hasta la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia.
Su recorrido por el centro de Buenos Aires fue seguido por integrantes de la Policía de la Ciudad, la Policía Federal, la Policía Federal Aeroportuaria y la Gendarmería, que vigilaron que la marcha dejase al menos un carril libre, sin cortar totalmente el tránsito automotor.
El enorme despliegue fue criticado por los organizadores, que lo consideraron como un intento de provocación. “Esto me recuerda a la dictadura”, declaró Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
El operativo de las fuerzas de seguridad fue supervisado desde la sede de la Policía Federal por el presidente de extrema derecha y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, según imágenes difundidas en la televisión.
“Vengo a la marcha para defender las libertades democráticas, la libertad de poder manifestarse. Hay un ajuste brutal y hay que organizarse y salir a resistir”, comentó a la AFP Ezequiel Pretti, un empleado de 34 años.
La semana pasada, el gobierno decretó una devaluación de la moneda de más de 50% y presentó un plan de ajuste fiscal que eliminará los subsidios al transporte y a los servicios públicos de energía, además de paralizar las obras de infraestructura financiadas por el Estado.
Está previsto que el miércoles por la noche Milei anuncie medidas adicionales, entre estas una desregularización del mercado laboral.
Argentina tiene uno de los índices de inflación más altos del mundo (160,9% interanual) y la tasa de pobreza es de más de 40%.
Además de oponerse a las medidas de austeridad de Milei, los manifestantes conmemoraron el aniversario de las protestas del 19 y 20 de diciembre de 2001, que dejaron 39 personas fallecidas en medio de la peor crisis económica, social y política de la historia reciente de Argentina.
“Vine para conmemorar lo que pasó el 20 de diciembre de 2001. Se hace todos los años y me parece que tiene que llevarse a cabo aunque este gobierno no lo quiera y tome estas medidas de seguridad”, dijo a la AFP Tomás Nachman, médico de 30 años.
Días atrás, Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, había advertido a las organizaciones sociales que se le retiraría los programas de asistencia económica a las personas que cierren calles para manifestarse.
También dijo que no estaría permitido llevar niños a la protesta.