Chile votó por nueva propuesta de Constitución redactada por ultraconservadores

Chile votó por nueva propuesta de Constitución redactada por ultraconservadores

Santiago, Chile.- Chile realizó ese domingo un plebiscito sobre una nueva propuesta de Constitución que fue redactada por los ultraconservadores del Partido Republicano, que reemplace la de la dictadura de Augusto Pinochet.

Más de 15 millones de chilenos estaban habilitados para pronunciarse “a favor” o “en contra” de la segunda iniciativa constitucional que votan en menos de dos años tras el estallido social de 2019.

Se prevé que la autoridad electoral divulgue resultados consolidados hacia las 23H00 GMT.

El texto, que elaboró un consejo dominado por el Partido Republicano, es todavía más conservador que el heredado de la dictadura.

Entre otros artículos, el nuevo marco normativo limita el rol del Estado en la economía de mercado y podría dar pie a revisar el derecho al aborto en sus tres causales (violación, inviabilidad del feto y riesgo para la madre).

Además, endurece el trato a los migrantes con la expulsión “en el menor tiempo posible” de quienes estén en situación irregular.

El gobierno del izquierdista Gabriel Boric mantuvo una posición neutral frente a este proceso, el segundo en los últimos dos años para reformar la carta magna de la dictadura (1973-1990).

“Hoy estamos llevando adelante una nueva jornada cívica que más allá de cualquier resultado, fortalece nuestra democracia”, afirmó el mandatario tras votar en su natal ciudad, Punta Arenas (3.000 km al sur de Santiago).

La jornada transcurrió sin mayores incidentes en un caluroso día el fin de semana antes de Navidad, donde el gran comercio debió cerrar sus puertas.

“Los datos preliminares muestran una buena participación” de la ciudadanía, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá, minutos antes del cierre de las mesas.

El Servicio Electoral (Servel) anticipó un rápido conteo de votos, con resultados finales unas dos horas después del cierre de las mesas.

  • “Agotamiento constitucional” –
    Las encuestas, que no pueden divulgarse desde dos semanas antes de la elección, anticipan un triunfo de la opción “en contra”, aunque con un porcentaje de indecisos de dos dígitos que podría inclinar la balanza, en medio del bajo interés de la población.

“Hay poco ánimo, ya que es un proceso desgastante”, dijo a la AFP Nicolás Mora, un informático de 29 años tras emitir su voto en Santiago.

“Espero que tras esta votación podamos estar tranquilos; que el país se pueda calmar, que haya estabilidad, que la gente pueda volver a trabajar, a tener seguridad respecto al trabajo y a la vida cotidiana”, afirmó por su parte Paulina Salas, una ama de casa de 56 años.

En noviembre de 2020, un 80% de los chilenos decidió iniciar un proceso para cambiar la Constitución vigente desde la dictadura como respuesta a las masivas protestas que estallaron en octubre de 2019.

Una Asamblea Constituyente dominada por la izquierda redactó un texto progresista, que incluía transformaciones profundas, pero que terminó ahuyentando a los electores, que lo rechazaron por un 62%.

Se inició otro proceso liderado ahora por el Partido Republicano, que redactó un texto bajo su ideario y sin tampoco llegar a un consenso.

“Hay un agotamiento de la ciudadanía respecto del proceso constitucional”, dice a la AFP Carolina Lefort, una abogada de 42 años.

“Es llamativo que esto esté pasado en Chile, un país en el contexto latinoamericano reconocido por una buena clase política, abierta, tolerante, de diálogo y siempre buscando acuerdos y consensos”, plantea Michael Shifter, expresidente del centro de estudios Diálogo Interamericano y Profesor de la Universidad de Georgetown.

  • Bachelet: mejor “malo” que “pésimo” –
    El aumento de los delitos violentos -que los chilenos asocian a la llegada de migrantes, en su mayoría venezolanos- y una economía que no despega tras un fuerte ajuste destinado a contener la inflación concentran ahora la atención de la población.

Cuatro años después de salir a las calles para reclamar mayor justicia social, los habitantes ahora quieren más policías, orden y seguridad.

“Es otro Chile. El país ha cambiado de manera dramática (…) y de cierta forma se ha vuelto un país más latinoamericano. Los chilenos se consideran siempre como una excepción, un país más europeo y no como sus vecinos, y ahora se parecen un poco más a ellos”, agrega Shifter.

Aunque reformada varias veces en democracia, el cambio de la Constitución de Pinochet era una vieja aspiración de la izquierda chilena, que apunta a su origen ilegítimo y la escasa protección que establece de derechos sociales como salud, vivienda, pensiones y educación.

Pero frente a una propuesta todavía más conservadora, los partidos de la izquierda chilena llamaron a votar “en contra”.

“Yo siempre prefiero algo malo que algo pésimo”, dijo este domingo la expresidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010/2014-2018).

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