Caracas, Venezuela. Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Guyana, Irfaan Ali, se verán este jueves cara a cara en una reunión que, según analistas, ayudará a “desescalar” crecientes tensiones, pero tendrá bajo impacto en la resolución de la vieja controversia territorial entre ambos países.
La cita en San Vicente y las Granadinas es promovida por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y la Comunidad del Caribe (CARICOM), que han expresado preocupación por los cada vez más duros cruces de declaraciones entre ambos gobernantes por el Esequibo, una zona de 160.000 km2 rica en petróleo y en recursos naturales que administra Georgetown y reclama Caracas.
Venezuela hizo un referendo consultivo el pasado 3 de diciembre, aprobando crear en la región una provincia venezolana y dar la nacionalidad a sus habitantes. Guyana calificó la consulta como “una amenaza directa”.
La mesa tendrá posiciones antagónicas: Maduro celebró la cita de este jueves como “un gran logro” para “abordar de manera directa la controversia territorial”, mientras que Ali negó que la disputa esté en agenda e insistió en que esta debe resolverse en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya jurisdicción es desconocida por el gobierno venezolano.
“Creo que no va a salir nada sustantivo en términos de la reclamación territorial, pues la posición de Guyana es que no hay conversaciones bilaterales sobre el tema, porque eso está en la Corte Internacional de Justicia”, dijo a la AFP Sadio Garavini di Turno, exembajador de Venezuela en ese país caribeño.
“Los intermediarios probablemente van a tener que buscar algo para que Maduro no salga” del encuentro “sin nada”, considera Garavini di Turno, que ve “factible” una declaración “en la cual se diga que van a bajar la escalada, que van a seguir conversando para bajar las tensiones”.
Guyana llevó el caso al Consejo de Seguridad de la ONU y anunció contactos con “socios” militares, entre ellos el Comando Sur de Estados Unidos, que hizo ejercicios militares en el Esequibo.
Brasil, que ha abogado por una solución pacífica, anunció su decisión de reforzar sus fronteras.
“Si esta reunión va a servir para que se hable de erradicar la idea de ir a un conflicto armado, pues lo celebro”, comentó por su parte a la AFP el abogado especializado en litigios internacionales Ramón Escovar León.
– Petróleo, punto de conflicto –
Aunque se trata de un litigio centenario, la disputa recrudeció en 2015 luego que la petrolera estadounidense ExxonMobil descubriera grandes yacimientos de crudo en la zona en reclamación.
La habitual retórica antiimperialista del gobierno venezolano se ha orientado a acusar a Ali de ser “un esclavo” de ExxonMobil.
Garavini di Turno subrayó que Venezuela “curiosamente” ha evitado mencionar a otras grandes compañías con participación en la mayor concesión otorgada por Guyana en el área, la del bloque Stabroek, como los casos de la China National Petroleum Corporation y la también estadounidense Chevron, dos compañías que operan en este país sancionado por Washington.
El lunes, el canciller venezolano, Yván Gil, asomó en un encuentro con la prensa internacional en Caracas la posibilidad de que pueda hablarse de “cooperación en materia petrolera y gasífera”.
Gil recordó los acuerdos de Petrocaribe, con los que Venezuela suministra crudo a precios preferenciales a países caribeños, y convenios gasíferos con Trinidad y Tobago, tildándolos como “ejemplos concretos” que “pudieran servir en la mesa para futuros acuerdos con la República Cooperativa de Guyana”.
Venezuela acusa a Guyana de dar concesiones en aguas marítimas por delimitar.
“Pudieran venir convenios de explotación, eso hay que negociarlo”, consideró Escovar León, aunque resaltó que es poco probable a corto plazo.
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