El ministro británico de Inmigración, Robert Jenrick, renunció el miércoles a su cargo tras la publicación de un controvertido proyecto de ley sobre el envío de migrantes a Ruanda y expresó su “profundo desacuerdo con la orientación” del gobierno conservador.
Su renuncia refuerza la presión del ala más derechista del gobierno sobre el primer ministro, Rishi Sunak, para endurecer el combate contra la inmigración ilegal antes de las elecciones que deben celebrarse en 2024.
“Con gran tristeza escribí al primer ministro para presentarle mi renuncia como ministro de Inmigración. No puedo seguir en mi puesto cuando estoy en profundo desacuerdo con la orientación de la política del gobierno en materia de inmigración”, escribió Jenrick en la red social X.
El proyecto de ley, que será presentado el jueves ante el Parlamento, permitiría calificar a Ruanda de “país seguro” para enviar allí a migrantes que hayan llegado ilegalmente a suelo británico.
Jenrick estuvo ausente durante la presentación ante los diputados, el miércoles por la tarde, de ese proyecto de ley por el ministro del Interior, James Cleverly.
La exministra del Interior Suella Braverman pidió a Sunak ir más lejos para luchar contra una inmigración “ilegal masiva y no controlada”, aunque eso signifique alejarse de los convenios internacionales.
El Reino Unido y Ruanda firmaron el martes un nuevo tratado en un intento de revivir la controvertida propuesta de Londres de expulsar migrantes a este país de África, tres semanas después del rechazo judicial de un proyecto anterior.
El 15 de noviembre, los jueces superiores del Reino Unido rechazaron el recurso del gobierno, dictaminando que el Tribunal de Apelación tenía razón al concluir que Ruanda no podía considerarse como un tercer país seguro.
“Está claro que Ruanda es un país seguro y estamos trabajando a marchas forzadas para llevar adelante esta asociación con el fin de detener las pateras [que cruzan el Canal de la Mancha] y salvar vidas”, declaró el martes Cleverly.