El iceberg más grande del mundo, que se separó de la línea costera dela Antártida en 1986 y quedó encallado en el lecho marino por más de30 años, está por abandonar las aguas antárticas.
El iceberg, llamado A23a, tiene casi 4.000 km cuadrados de superficie, es decir, aproximadamente tres veces el tamaño de la ciudad de Nueva York y más del doble del tamaño del Gran Londres.
Desde que parió en la plataforma de hielo Filchner de la Antártida Occidental en 1986, el iceberg, que una vez albergó una estación de investigación soviética, ha quedado en gran medida varado después de que su base se atascó en el suelo del mar de Weddell.
Pero el año pasado lo ha visto a la deriva a toda velocidad, y el iceberg está a punto de derramarse más allá de las aguas antárticas.
A medida que gana fuerza, es probable que el colosal berg sea expulsado a la Corriente Circumpolar Antártica, que lo lanzará hacia el Atlántico Sur por un camino conocido como “callejón iceberg” donde se pueden encontrar otros de su tipo flotando en aguas oscuras.
Es posible que el A23a quede conectado a tierra en la isla de Georgia del Sur. Eso podría interrumpir su delicado ecosistema.
