La Iglesia protestante alemana está envuelta en un escándalo de abusos sexuales y su más alta responsable dimitió este lunes acusada de haber encubierto un caso que se remonta a los años 1990.
Según el diario alemán Siegener Zeitung, Annette Kurschus, la más alta responsable de esta institución, está acusada de haber estado al tanto en la década de 1990 de las denuncias de abuso contra un vicario del distrito eclesiástico de Siegen, pero que ella no tomó ninguna medida.
El sospechoso está siendo investigado por la policía.
La teóloga, de 60 años, desmintió que tuviera conocimiento de los abusos, pero afirmó que decidió dimitir “para impedir que (la imagen de) su Iglesia se vea dañada”.
“Las sospechas recaen sobre un hombre con cuya familia mantengo una amistad desde hace mucho tiempo”, declaró durante una conferencia de prensa en Bielefeld (norte).
Kurschus indicó que sabía de “la homosexualidad” del acusado, que está casado con una mujer y estaba al tanto “de sus infidelidades”. Añadió que intentó proteger a la familia, pero fue criticada por “falta de transparencia”.
“Es aún más amargo porque nunca, y lo recalco, nunca pretendí eludir mi responsabilidad, ocultar hechos importantes, encubrir hechos o incluso encubrir a una persona acusada”, insistió.
“Me hubiera gustado, hace 25 años, ser tan atenta, formada y sensible a los problemas de comportamiento que hoy me llamarían la atención”, abundó.
En la época de los hechos, Kurschus era pastora en Siegen. Según el diario local Siegener Zeitung, una víctima y otras tres personas le informaron de las acusaciones contra el religioso que trabajaba en el mismo lugar.
Merma del número de fieles
Annette Kurschus es la segunda mujer que ocupa el puesto de dirigente de la Iglesia protestante alemana. La presidenta del sínodo de la Iglesia protestante alemana, Anna-Nicole Heinrich, recibió “con respeto” su dimisión.
“Esto demuestra la importancia que en el seno de la Iglesia protestante se da a las acciones contra la violencia sexual”, estimó.
Con 20 millones de fieles, la Iglesia protestante representa la segunda confesión de Alemania, por detrás de los católicos (unos 22 millones).
Ambas se enfrentan desde hace años a una merma en el número de fieles.
La Iglesia católica alemana lleva años sumida en un caos por las denuncias de abusos sexuales, pero hasta ahora la Iglesia protestante apenas se había visto afectada.
Un estudio encargado por la Conferencia Episcopal Alemana en 2018 concluyó que 1.670 clérigos católicos del país habían cometido algún tipo de agresión sexual contra 3.677 menores entre 1946 y 2014, aunque se cree que el número real de víctimas es mucho mayor.
Las indemnizaciones de la Iglesia católica para las víctimas de abusos en Alemania se incrementaron de 5.000 euros a hasta 50.000 (54.600 dólares) en 2020, pero las asociaciones afirman que la suma sigue siendo insuficiente.
Solo el año pasado se aprobaron pagos por valor de 28 millones de euros (30,5 millones de dólares).
El presidente de la asamblea de arzobispos alemanes, Georg Batzing, lamentó la dimisión de Annette Kurschus. Sin querer, ni poder, juzgar las razones de esta renuncia, consideró que “el ecumenismo en Alemania perdía un motor esencial”.
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