Ciudad De Panamá, Panamá. La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) atendió este año casi 400 casos de migrantes que, en su ruta hacia Estados Unidos, fueron víctimas de violaciones sexuales al atravesar la selva panameña del Darién, en la frontera con Colombia, informó esta oenegé en un comunicado.
MSF alertó “sobre eventos masivos de violencia sexual en el Darién”, una situación que es “cada vez más cruel y deshumanizante”.
Según MSF, de enero a octubre fueron atendidas 397 víctimas de esos atropellos, 97% de ellas mujeres.
“Vi que muchas fueron violadas. Las vi salir desnudas y golpeadas. Te agarran entre una, dos y tres personas y te violan y atrás viene el otro y te vuelve a violar y, si gritas, te golpean”, relató una migrante sin identificar en la nota de MSF.
MSF denuncia la existencia de carpas instaladas en mitad de la jungla donde hombres armados secuestran a las mujeres, incluidas niñas, para violarlas de manera individual o en grupo.
“Las cifras, que ya eran alarmantes en los meses pasados, tuvieron un ascenso súbito en octubre”, donde solo en una semana se atendieron 59 casos de violencia sexual, uno cada tres horas, agrega el comunicado.
La selva del Darién, de 575.000 hectáreas de superficie, es uno de los corredores más peligros para los migrantes que, desde Sudamérica, tratan de llegar a Estados Unidos a través de América Central y México.
Hasta el 31 de octubre, más de 458.000 personas habían cruzado la selva en 2023, 200.000 más que en todo el año anterior.
Los migrantes, principalmente venezolanos, haitianos, ecuatorianos y chinos, realizan este recorrido pese a estar plagado de peligros como ríos caudalosos, serpientes venenosas y grupos criminales.
“Estamos cruzando la selva buscando un mejor futuro, no para que nos acaben la vida. No te acaba la vida una culebra, te acaban la vida los hombres que están adentro, que violan y matan”, señaló otra migrante en la nota.
MSF considera incluso que el número de mujeres violadas es aún mayor, pero muchas no se atreven a denunciarlo por miedo al estigma, temor a represalias, traumas derivados de esta situación o para evitar retrasar su viaje hacia Estados Unidos.
“Esto se debe detener, los migrantes no deberían sufrir ningún tipo de violación a sus derechos”, dijo Carmenza Gálvez, coordinadora médica de la misión Colombia-Panamá de MSF.
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