Las negociaciones para debatir medidas concretas contra la contaminación causada por los plásticos arrancaron este lunes en Kenia, con representantes de 175 países.
Los participantes se comprometieron el año pasado a cerrar en 2024 un tratado auspiciado por la ONU para enfrentar la lacra de los plásticos, omnipresentes en océanos, montañas e incluso el cuerpo humano.
“La contaminación por plásticos sigue inundando nuestros océanos, dañando la vida salvaje e infiltrándose en nuestros ecosistemas”, denunció el peruano Gustavo Meza Cuadra Velásquez, presidente del Comité Internacional de Negociación (INC) del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, al inicio de las deliberaciones que se extenderán hasta el domingo.
“Se trata de una amenaza directa para nuestro medioambiente, la salud humana y el delicado equilibrio de nuestro planeta”, añadió.
Los negociadores celebraron ya dos reuniones, pero la de Nairobi es la primera ocasión de debatir un borrador de tratado publicado en septiembre, que dibuja las formas de atajar el problema de los plásticos, fabricados a partir de combustibles fósiles.
“Amenaza existencial”
La contaminación por plásticos es “una amenaza existencial para la vida, para la humanidad”, afirmó el presidente de Kenia, William Ruto.
Si bien hay un consenso amplio acerca de la necesidad de un tratado, las diferencias sobre el método son importantes.
Varios países y oenegés abogan por prohibir los plásticos de un solo uso y por imponer normas estrictas que limiten la fabricación de plástico nuevo, entre otras medidas.
Varias oenegés pidieron el lunes cerrar un tratado ambicioso. “Es una necesidad para proteger a la humanidad y salvaguardar nuestro entorno”, declaró Marian Ledesma, de Greenpeace.
La producción de plástica debe reducirse un 75% para 2040 para “evitar las consecuencias irreversibles de la crisis climática”, insistió.
Otros países y organizaciones, en cambio, prefieren mejorar la gestión de residuos plásticos y el reciclaje, en lugar de recortar drásticamente la producción.
Entre esos países figuran China, Estados Unidos, Arabia Saudita y otros miembros de la OPEP, todos ellos dotados de industrias petroquímicas muy potentes.
“El acuerdo sobre el plástico debería centrarse en el fin de la contaminación plástica y no en la producción de plástico”, declaró a AFP el International Council of Chemical Associations, que defiende las posiciones de los productores de plástico.
Las oenegés de defensa del medioambiente fustigaron la creación de una coalición que, según WWF, defiende un “enfoque estrictamente voluntario y determinado a nivel nacional, en vez de reglas mundiales restrictivas”. Rusia, Irán y Arabia Saudita son miembros de esta coalición.
Pese a la conciencia creciente sobre el problema que representa, la cantidad de plástico nuevo sigue creciendo. Según la trayectoria actual, la producción anual podría triplicarse en cuatro décadas, y sólo menos del 10% se recicla.
Los plásticos también contribuyen al calentamiento global, y en 2019 representaron el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según datos de la OCDE.
La reunión en la capital de Kenia es la tercera de cinco sesiones de un proceso que pretende concluir el año próximo, de cara a una adopción del tratado contra los plásticos a mediados de 2025.
La reunión tiene lugar a pocos días de que se abra el 30 de noviembre en Dubái la gran conferencia anual de la ONU sobre el clima, la COP28. La agenda estará precisamente dominada por el debate sobre el futuro de los combustibles fósiles, que contribuyen al cambio climático.
© Agence France-Presse