El ejército israelí afirmó el jueves que cercó completamente la ciudad de Gaza, tras 27 días de bombardeos de la Franja homónima gobernada por el movimiento islamista Hamás, que prometió devolver “en bolsas negras” a los soldados que participan en la invasión.
En el frente norte, Israel replicó con bombardeos a una andanada de cohetes lanzada desde Líbano por Hezbolá, otro grupo islamista aliado de Hamás.
“Nuestros soldados terminaron de cercar la ciudad de Gaza, centro de la organización terrorista Hamás”, en el poder en la Franja de Gaza desde 2007, declaró el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari.
“Gaza será una maldición en la historia de Israel”, declaró en un mensaje de audio Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Ezzedin al Qassam, el brazo armado de Hamás. “Muchos de tus soldados volverán en bolsas negras”, agregó, dirigiéndose a los israelíes.
Israel prometió “aniquilar” a Hamás desde la incursión de comandos islamistas que el 7 de octubre mataron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a cerca de 240 llevadas como rehenes a Gaza, según el balance oficial del país.
En represalia, Israel desencadenó una campaña de incesantes bombardeos, reforzados con incursiones terrestres desde el viernes pasado, que según Hamás dejaron más de 9.000 muertos, entre ellos 3.760 niños.
Israel impuso además un asedio prácticamente total de ese territorio de 362 km2 y unos 2,4 millones de habitantes, apenas flexibilizado en los últimos días para encaminar algunas provisiones a una población privada de agua, comida, medicamentos y electricidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció el jueves el cúmulo de obstáculos que limitan la llegada de ayuda humanitaria.
La situación “en el terreno en Gaza es indescriptible”, alertó el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El Ministerio de Salud del enclave afirmó que al menos 27 personas murieron cerca de una escuela de la ONU en el campo de refugiados de Jabaliya, el mayor de Gaza, que también fue bombardeado el martes y el miércoles.
Según Hamás, 195 personas murieron en los bombardeos contra Jabaliya esos días, un balance que la AFP no pudo verificar independientemente.
Israel justificó el primer bombardeo del campo alegando que le había permitido eliminar a uno de los responsables del ataque del 7 de octubre.
La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) señaló que cuatro de sus escuelas que albergaban a unos 20.000 desplazados quedaron dañadas por los ataques.
“Esta guerra es la peor”
El paso de Rafah, única salida de la Franja que no está controlada por Israel, abrió este jueves por segundo día y un centenar de extranjeros, en muchos casos con doble nacionalidad, pudieron salir hacia Egipto. El miércoles fueron más de 400, entre heridos y extranjeros.
“Esta guerra es la peor que jamás haya visto el pueblo palestino”, declaró a la AFP Shams Shaath, una adolescente con pasaporte estadounidense que esperaba salir por Rafah.
En total, unas 400 personas estaban inscritas para partir durante la jornada y Egipto afirmó que se preparaba para acoger hasta “7.000” extranjeros de “más de 60” nacionalidades.
Entre las personas evacuadas el jueves figuran cientos de estadounidenses, así como decenas de belgas, griegos o croatas, según una lista consultada por AFP.
Expertos independientes de Naciones Unidas alertaron el jueves que los palestinos enfrentan un “grave riesgo de genocidio” en Gaza.
“Enemigo brutal”
El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, el general Herzi Halevi, declaró que los soldados estaban “infiltrándose de manera cada vez más profunda” en las zonas controladas por Hamás en el norte del enclave.
Los militares “están luchando cara a cara con un enemigo brutal”, insistió.
El ejército israelí indicó que mató a “decenas” de fuerzas enemigas mientras “células terroristas (…) disparaban misiles antitanque, detonaban artefactos explosivos y lanzaban granadas”.
Israel afirma que sus fuerzas atacaron más de 12.000 objetivos hasta la fecha y que unos 332 soldados murieron desde el 7 de octubre, una veintena de ellos desde el inicio de las operaciones terrestres el viernes pasado.
La guerra en Gaza incrementó las tensiones en Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967.
Tres palestinos y un israelí murieron este jueves en varios incidentes, según el Ministerio palestino de Salud y los servicios de auxilio israelíes.
Tensiones con Líbano
Las autoridades israelíes bombardearon este jueves objetivos en el sur del Líbano del Hezbolá, aliada de Hamás, en respuesta a disparos procedentes de esa zona que dejaron dos heridos en Kiryat Shemona, en el norte de Israel.
“Aviones de guerra y helicópteros [israelíes] atacaron en las últimas horas objetivos de la organización terrorista Hezbolá en respuesta a los disparos efectuados hoy desde territorio libanés, junto con ataques con fuego de artillería y tanques”, informaron las fuerzas armadas en un comunicado.
Hezbolá, respaldado por Irán, afirmó que sus combatientes habían atacado “simultáneamente 19 posiciones y puntos militares sionistas con misiles teledirigidos, bombardeos de artillería”.
El intercambio de disparos se produce en vísperas de un discurso del líder del grupo islamista, Hassan Nasrallah, que deberá determinar si su formación entrará en el conflicto.
La violencia ya dejó 71 muertos en el sur de Líbano desde el 7 de octubre, según un recuento de AFP, la mayoría de ellos combatientes de Hezbolá. Del lado israelí murieron ocho soldados y un civil, según las autoridades.
El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió “mecanismos urgentes” para rebajar las tensiones regionales y anunció que su secretario de Estado, Antony Blinken, emprendería una gira por Oriente Medio a partir del viernes.