Ayer recibí a los Embajadores de los países miembros de la Liga de Estados Árabes acreditados en Cuba, con quienes intercambié sobre la necesidad de encontrar una salida urgente. Les confirmé nuestra invariable solidaridad con la causa palestina y árabe.
Cuba condena enérgicamente los bombardeos indiscriminados contra la población de Gaza y la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil.
Nada puede justificar tales acciones, que constituyen un castigo colectivo, graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario y crímenes de guerra y lesa humanidad.
Condenamos enérgicamente los asesinatos de civiles y personas inocentes, como resultado de la actual escalada, sin diferenciar su etnia, procedencia, nacionalidad o fe religiosa.
Compartimos el dolor de las comunidades árabe y hebrea de Cuba.
En la gravísima coyuntura actual, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ni siquiera ha sido capaz de hacer un llamado a detener la masacre en curso.
El gobierno de los Estados Unidos vetó ayer en ese órgano una propuesta que, meramente, llamaba a una pausa humanitaria en el enfrentamiento para permitir el acceso de ayuda a Gaza y garantizar la protección de civiles. Utilizó el pretexto de que era prematuro. Era una resolución que ni siquiera reclamaba un cese al fuego, sino únicamente una pausa humanitaria que permitiera hacer llegar ayuda a la población civil de Gaza bajo agresión indiscriminada y criminal.
Esta decisión del gobierno de los Estados Unidos no es solo lamentable, sino también peligrosa. La posición del gobierno de los Estados Unidos compromete el detener esta escalada genocida y encontrar caminos hacia la paz.
Sin embargo, no sorprende a nadie. El gobierno de los Estados Unidos ha sido históricamente cómplice y responsable de la impunidad de Israel ante sus crímenes cometidos históricamente, cuando ha obstruido la acción del Consejo de Seguridad respecto a Palestina y socavado la paz y estabilidad en el Medio Oriente.
Estados Unidos ha vetado en el Consejo de Seguridad 46 resoluciones relacionadas con la situación en el Medio Oriente, incluyendo la cuestión Palestina.
Durante estos más de 10 días hemos seguido con gran preocupación, consternación, conmoción los graves acontecimientos en el Medio Oriente.
Está ocurriendo una catástrofe humanitaria de proporciones extremas en el territorio palestino ocupado de la Franja de Gaza y también, en alguna medida, en Cisjordania.
Una invasión terrestre de la Franja de Gaza, como se ha anunciado por mandos militares israelíes, sería de consecuencias impredecibles.
La actual situación es consecuencia de 75 años de ocupación ilegal, de la violación de los derechos inalienables del pueblo palestino en su propio territorio.
La impunidad con que actúa el gobierno de Israel solo puede explicarse por su confianza en que no tendrá que rendir consecuencias por sus actos y que cuenta con el respaldo del gobierno de los Estados Unidos y de otros de sus aliados en la OTAN.
Israel viola las resoluciones pertinentes de la Organización de Naciones Unidas y flagrantemente sus obligaciones como Potencia Ocupante en virtud del Cuarto Convenio de Ginebra.
Una solución amplia, justa y duradera al conflicto exige, inexorablemente, el ejercicio del derecho inalienable del pueblo palestino a la libre determinación y a construir su propio Estado, un Estado palestino independiente y soberano, dentro de las fronteras anteriores a 1967, con su capital en Jerusalén Oriental y con garantías para el retorno de los refugiados.
Esta ha sido la firme posición histórica del Movimiento de Países No Alineados y del Grupo de los 77 y China. Este último, la reiteró en la declaración que adoptó en su reunión ministerial celebrada a mediados de septiembre, en la sede de la ONU, en Nueva York.
Cada momento de impunidad de acción, de pasividad, de dobles raseros o de silencio costará más vidas de inocentes. Hay que actuar de inmediato.
En ese contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba:
1. Hace un llamado urgente al cese al fuego.
2. Reclama poner fin a la retórica belicista.
3. Demanda al gobierno de los Estados Unidos que no continúe paralizando el Consejo de Seguridad usando el antidemocrático y obsoleto poder de veto para proteger los desmanes del gobierno de Israel.
4. Llama a reanudar de inmediato el décimo período extraordinario de sesiones de emergencia de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La mayor prioridad de la Asamblea debe ser lograr el cese de la violencia, el cese del fuego y el suministro de ayuda humanitaria urgente y suficiente al pueblo palestino.
5. Solicita movilizar con urgencia, bajo la coordinación de las Naciones Unidas, ayuda humanitaria de emergencia para atender la catastrófica situación en Gaza. Llama a todas las partes involucradas a facilitar la entrada y distribución de esa indispensable ayuda humanitaria.
6. Pide a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la protección internacional a la población palestina.
7. Llama a los diferentes mecanismos de concertación política e integración internacionales, como el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), el Grupo de los 77, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), entre otros, a desempeñar un papel activo para que se detenga la escalada de violencia.
Cuba apoyará y contribuirá en todo lo que esté a su alcance a los esfuerzos internacionales legítimos a fin de poner término a la actual situación.
Representaciones Diplomáticas de Cuba en el Exterior