Un avión estadounidense aterrizó este miércoles en Venezuela con 130 migrantes deportados tras un acuerdo al que llegó el gobierno de Joe Biden con el mandatario Nicolás Maduro, pese a no reconocerlo formalmente como presidente.
La aeronave llegó al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a Caracas, pasadas las 16h30 locales (20h30 GMT), procedente de Harlingen, Texas, con una escala en Miami para abastecer combustible.
“La misión a Venezuela ha concluido con éxito”, señaló la policía migratoria estadounidense ICE en un mensaje a periodistas.
Esposados de pies y manos, los migrantes fueron colocados en un avión de madrugada en el pequeño aeropuerto de Harlingen, cerca de la frontera con México, constató un equipo de la AFP.
Los pasajeros, mujeres y hombres adultos, no integran ningún grupo familiar, según ICE.
“Aquí viajan desde aquellos que acaban de ingresar ilegalmente a nuestras fronteras hasta aquellos que han estado en el país por un tiempo y han cometido actos criminales”, explicó Corey Price, director asociado de ICE, en Harlingen.
En el aeropuerto Simón Bolívar había una fuerte presencia de policías y agentes de inteligencia para la llegada de los migrantes, según fuentes del ministerio del Interior. Pasando rápido por el área de desembarque, el jefe de la autoridad de identificación (Saime), Gustavo Vizcaíno, dijo que tomarían huellas a los deportados.
La Casa Blanca anunció a principios de octubre un acuerdo con el gobierno de Maduro para “la repatriación ordenada, segura y legal” de migrantes “que no tienen base legal para permanecer en Estados Unidos”.
Biden, que busca la reelección en 2024, encara una fuerte presión por parte de republicanos, que le acusan de haber causado una crisis migratoria en la frontera con México, e incluso de algunos demócratas tras el desbordamiento de varias ciudades bajo su mando por la llegada de migrantes.
“Este vuelo a Venezuela es el primero que veo en mi carrera de un vuelo chárter completo de venezolanos regresando a su país, y planeamos tener varios más en los próximos días y semanas”, dijo Price.
“Toda la gama de personas”
Venezuela rompió relaciones con Estados Unidos en 2019, tras desconocer la reelección de Maduro un año antes tachándola de fraudulenta. Hasta la ruptura, los migrantes venezolanos sujetos a deportación fueron enviados en vuelos comerciales, y después, por un tiempo, a México.
Los detenidos llegaron a Harlingen en autobuses hasta la pista del aeropuerto texano, y fueron revisados exhaustivamente por oficiales encargados de su custodia, antes de embarcar.
Debido a las cadenas en sus pies, que les fueron retirados una vez a bordo, uno a uno subieron las escalinatas del avión fletado por el ICE, ayudados por un agente. La mayoría vestía su propia ropa, aunque algunos iban con sudaderas de color claro.
Sus pertenencias quedaron acomodadas en el suelo, en bolsas de colores blanco y naranja, que luego fueron despachadas en el avión.
El vuelo incluye “toda la gama de personas que están aquí [en EEUU] ilegalmente ya las que se les ha ordenado su expulsión. Y eso incluye a aquellos que están regresando [a Venezuela] a través de la expulsión acelerada, en cuestión de días y semanas, una diferencia de años como se ha visto en el pasado”, explicó Price.
Durante el abordaje, una pasajera se sintió mal y fue evacuada de forma sigilosa en una ambulancia. Tras su recuperación, será embarcada en un próximo avión.
Biden ofreció amparo migratorio a 472.000 venezolanos durante 18 meses para que puedan obtener permiso de residencia y trabajo. Pero solo aplica a quienes llegaron al país antes del 31 de julio de 2023.
Aquellos que llegaron después de esa fecha y no tienen “una base legal” para permanecer en el país serán expulsados.
Estados Unidos opera hasta 70 vuelos semanales con deportaciones, la mayoría de ellos a América Central y del Sur.