Al menos seis muertos y 13 desaparecidos por la crecida de un río en Guatemala

Al menos seis muertos y 13 desaparecidos por la crecida de un río en Guatemala

Al menos seis personas murieron y otras 13 están desaparecidas tras el desbordamiento de un río causado por las fuertes lluvias, que arrasó seis viviendas en el centro de la capital de Guatemala.

“Se tienen localizados seis cuerpos (…), hay dos menores y el resto son adultos”, dijo a periodistas el subsecretario de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), Walter Monroy.

El funcionario de protección civil precisó que 13 personas permanecen desaparecidas.

El incidente ocurrió en la madrugada de este lunes cuando una fuerte crecida del río El Naranjo destruyó las viviendas en el asentamiento Dios Es Fiel, ubicado abajo de un puente vehicular.

La corriente a causa de las lluvias arrastró piedras, árboles, tierra y desechos y arrasó las precarias casas de la zona, construidas en su mayoría con láminas de zinc. Monroy indicó que la correntada llegó tras un “represamiento” de agua por el desprendimiento de tierra arriba de la cuenca.

En el rescate participan cientos de bomberos, policías, militares, vecinos y voluntarios en la comunidad afectada y en la trayectoria del río, agregó la Conred. La entidad en un balance inicial había informado de 18 desaparecidos.

Previo a esta tragedia, la actual época de lluvias en este país, que inicia en mayo y concluye en noviembre, había dejado 29 fallecidos, 2,1 millones de afectados, 10.303 evacuados y cuatro carreteras y nueve puentes destruidos, entre otros daños.

Gran parte de las aguas negras de las viviendas de la capital van a parar al río desbordado, en cuyas márgenes miles de habitantes desfavorecidos han levantado construcciones pese a que está prohibido por las autoridades.

Desapareció todo

Esaú González, de 42 años, habitante de la zona afectada, trataba de asimilar la tragedia que vive junto a sus vecinos y no sale del asombro por cómo lo perdieron todo por la corriente de agua.

“Fue como un tornado, el río traía fuerza, entonces se pasó llevando varias casitas (…), los vecinos desaparecieron”, relató a la AFP este guatemalteco que dice tener varios oficios para sobrevivir.

Lamentó que la pobreza lleve a cientos de familias a vivir en laderas de barrancos. “La renta está muy alta, los salarios no alcanzan para cubrir los gastos de alquiler”, se quejó.

Cerca de él, Mardoqueo Escalante, de 35 años, recuperaba fuerzas tras remover arena con una pala en búsqueda de su hermana Josefina Escalante (23), desaparecida en la tragedia. Junto a otros vecinos, apoyaba por momentos a los socorristas que rastreaban la zona con ayuda de perros adiestrados.

“Lo que queremos es encontrarla”, dijo Mardoqueo Escalante al explicar que su familiar trabajaba como dependiente de una farmacia cercana.

“El río se llevó familias completas, lastimosamente ya sabíamos del riesgo, (pero) por la necesidad estamos acá”, dijo a la AFP otro vecino del asentamiento afectado, Marvin Cabrera, un repartidor de comida en motocicleta de 36 años.

Iris López, de 27 años, tiene la esperanza que el gobierno pueda trasladar a los sobrevivientes a otro sitio para vivir.

“Esperaría incluso construir otra casita nueva, tal vez no aquí, sino en otro lado”, comentó a la AFP tras indicar que de la vivienda donde vivió con su hermana “no quedó nada”.

Relató que su hermana sobrevivió porque hace un mes se trasladó a la casa de su mamá en un poblado al sur de la capital para recuperarse de una operación de parto, pero “si ella hubiera estado aquí se la hubiera llevado el río”.

Miles de ciudadanos de Guatemala, donde el 59% de los 17,7 millones de habitantes viven en la pobreza, se han visto obligados a construir sus hogares precarios en laderas de barrancos, en las márgenes de ríos y zonas inundables.

“Ante la tragedia en el asentamiento Dios Es Fiel por la crecida del río, expreso mi profunda preocupación y solidaridad con las familias afectadas”, escribió en la red X, antes de Twitter, el presidente Alejandro Giammattei.

Datos de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC) y la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (Anacovi) el déficit habitacional en el país es de unos dos millones de viviendas.