La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos los validó en mayo y esta semana Neuralink anunció que una junta de revisión independiente también había dado su visto bueno para empezar a realizar ensayos clínicos con humanos.
La empresa de tecnología biomédica publicó un llamado a pacientes voluntarios para probar en cerebros humanos su proyecto de implante, que lleva varios años desarrollando.
Neuralink es un chip que busca conectar, de forma inalámbrica, la mente con un dispositivo informático ya sea un cursor en una pantalla o una prótesis artificial.
El objetivo, dice la empresa, es ayudar a pacientes con parálisis o enfermedades degenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica.
Pero revelaciones sobre la fase anterior de los ensayos podría disuadir a los voluntarios. El medio especializado en tecnología Wired cuenta las consecuencias espeluznantes que sufrieron los monos de prueba tras la cirugía de implante.
Animal 15 o Animal 20, como se les designaba, se volvieron agresivos y comenzaron a autolesionarse – incluso arrancando los componentes del implante. Las heridas se infectaron gravemente y muchos tuvieron que ser sacrificados a los pocos días.
Investigación
Elon Musk asegura que solo se usaron simios enfermos en estado terminal, pero exempleados dicen que muchos eran jóvenes sanos. También se usaron cerdos, ovejas y ratas en las pruebas.
La Oficina del Inspector General del Departamento de Agricultura investiga los tratos que reciben los animales en Neuralink, tras recibir denuncias por parte de la ONG Physicians Committee for Responsible Medicine.
Algunos antiguos empleados alertaron sobre la gestión del empresario Elon Musk, que habría presionado a su equipo para acelerar las pruebas.
RFI