Los senadores de Estados Unidos podrán vestirse en adelante como quieran, después de que los demócratas pusieran fin al requisito de llevar chaqueta y corbata, un cambio que no es del agrado de todos.
El líder de la mayoría demócrata de la Cámara Alta del Congreso, Chuck Schumer, comunicó que ya no es necesario aplicar un código de vestimenta no escrito, cuya abolición se anunció el domingo.
Pero algunos congresistas, sobre todos los republicanos, lo consideran un insulto al decoro.
Las normas se aplican a todos pero vienen como anillo al dedo al senador demócrata John Fetterman, amante de los pantalones cortos y las sudaderas con capucha. Un estilo de vestir que se convirtió en su firma en la campaña electoral para entrar en el Senado.
Schumer dijo que los senadores podrán vestirse como quieran pero él seguirá llevando traje.
Las nuevas reglas se han prestado a burlas de la derecha.
La republicana Susan Collins bromeó en la NBC diciendo que planeaba lucir “bikini”.
“Creo que hay una cierta dignidad que deberíamos mantener en el Senado, y suprimir el código de vestimenta, para mí, degrada la institución”, dijo.
El senador republicano Bill Hagerty declaró a Fox Business: la medida es “un paso más en el movimiento de los demócratas para transformar Estados Unidos, para llevarnos a un lugar mucho menos respetuoso de lo que hemos sido históricamente”.
La también republicana Wyoming Cynthia Lummis lamentó una decisión que “deshonra” a una prestigiosa institución con poder de destituir al presidente, confirmar a los jueces del Tribunal Supremo y ratificar tratados internacionales.
“Por respeto, deberíamos tener un poco de decoro”, opinó el senador de Kansas Roger Marshall.
Su colega de Dakota del Norte, Kevin Cramer, denunció un intento de “convertir el Senado de Estados Unidos en un bar deportivo”.
A Fetterman le parece por el contrario positivo, porque da “un poco más de libertad” en una cámara donde la media de edad supera los 65 años, y estima que “la derecha parece estar perdiendo la cabeza” con el tema.
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado han relajado en los últimos años las normas para que las mujeres puedan ponerse vestidos sin mangas.
Y en 2019 la Cámara dio luz verde a los tocados religiosos para permitir el velo islámico usado por la congresista Ilhan Omar.