El petróleo bajó el miércoles tras el aumento de los inventarios de crudo y gasolina en Estados Unidos, en parte vinculado a una ralentización de la demanda.
El precio del barril de crudo Brent para entrega en noviembre bajó 0,19% y cerró a 91,88 dólares.
Su equivalente estadounidense, el West Texas Intermediate (WTI), en los contratos en octubre, retrocedió 0,36%, a 88,52 dólares.
Los datos de Estados Unidos “calmaron el entusiasmo del mercado”, explicó Phil Flynn, de Price Futures Group.
El informe semanal de la agencia estadounidense de energía mostró que los inventarios comerciales de crudo sumaron 4 millones de barriles la semana pasada, muy por encima de los 2,5 millones esperados por los analistas, según el consenso de Bloomberg.
La pasada fue la primera semana positiva para los inventarios comerciales desde principios de agosto.
El aumento se atribuyó a una caída de las exportaciones (-37% en una semana) y al aumento de las importaciones (+11%), pero también al descenso del 11% del volumen de gasolina entregado a Estados Unidos.
Flynn sostuvo que el mercado también quedó inquieto tenso tras la publicación del índice de precios IPC de agosto, que mostró una aceleración de la inflación hasta el 3,7% interanual, frente al 3,2% de julio.
“Este dato fue un poco más alto de lo esperado (3,6%), lo que puso los precios bajo presión”, señaló el analista, ya que los operadores temían que la Fed mantuviera su endurecimiento monetario para frenar la inflación, con el riesgo de asfixiar a la economía.