Decenas de miles de asistentes a un festival quedaron atrapados el domingo en el barro del desierto de Nevada, en Estados Unidos, después de que la lluvia convirtió en un lodazal el encuentro anual Burning Man y la policía investiga una muerte.
Imágenes de vídeo mostraban a “burners”, como se denominan los asistentes al festival, que luchaban por atravesar la zona húmeda. Algunos usaban bolsas de basura como botas improvisadas. Muchos vehículos estaban atrapados en el lodo.
Los organizadores se vieron obligados a cerrar las puertas de Black Rock City, nombre del recinto, y los asistentes al festival no pudieron acceder ni salir si ya estaban allí.
Todas las actividades de este festival contracultural, que atraía a unas 70.000 personas, fueron canceladas después de que la lluvia derribó las estructuras para bailes, instalaciones artísticas y otros espectáculos.
La policía dijo que estaba investigando una muerte pero no dio más detalles.
Las puertas de entrada y salida del recinto de Black Rock City estaban cerradas, pero algunos asistentes desesperados caminaron durante horas para llegar a la carretera más cercana y pedir un aventón para marcharse.
“Fue una caminata increíblemente angustiosa de 10 kilómetros a medianoche por un barro espeso y resbaladizo, pero conseguí salir sano y salvo”, dijo el abogado Neal Katyal en redes sociales.
“Es muy resbaladizo y el barro es como un cemento que se pega a las botas. Son condiciones peligrosas para caminar y es probable que empeoren”, añadió.
“Realmente no se puede caminar ni conducir”, dijo en TikTok una joven llamada Christine Lee, artista de circo.
El servicio de internet no estaba disponible o era irregular.
“Mis botas son de cinco pulgadas, y acumularon cinco pulgadas de barro, así que estaba como en zancos”, dijo Lee, añadiendo que a la gente se le estaba diciendo que podrían estar atrapados hasta el martes.
“Tenemos suficiente atún para una semana, así que estamos bien”, afirmó.
Un vídeo publicado en redes sociales mostró al comediante Chris Rock en la parte trasera de una camioneta que le dio un aventón cuando consiguió salir.
Nathan Carmichael, sargento del condado de Pershing, explicó a la CNN que las condiciones son difíciles.
El lodo “parece pegarse a la gente, pegarse a los neumáticos (y) hace que sea muy, muy difícil mover los vehículos”, dijo e indicó que la mayoría de las casas rodantes están varadas.
Los organizadores instaron a los asistentes a “conservar alimentos, agua y combustible, y refugiarse en un espacio cálido y seguro”, ya que la “playa” -la enorme explanada al aire libre donde se desarrolla el evento- era intransitable.
“Cuiden a sus vecinos”, añadieron. Está previsto que el festival concluya el lunes.
Lanzado en 1986 en San Francisco, Burning Man pretende ser un acontecimiento a medio camino entre la celebración de la contracultura y un retiro espiritual.
Organizado inicialmente en una playa de San Francisco, se ha convertido en un festival estructurado, con un presupuesto de casi 45 millones de dólares (cifras de 2018) y más de 75.000 participantes en la última edición, por debajo de la anterior de 2019.
Se celebra desde los años 90 en el desierto de Black Rock, una zona protegida del noroeste de Nevada que los organizadores se han comprometido a preservar.