Al menos un civil murió y ocho personas resultaron heridas este sábado durante manifestaciones rivales en Kirkuk, una ciudad multiétnica del norte de Irak donde las autoridades han impuesto un toque de queda, indicaron funcionarios locales.
El civil fallecido es kurdo y recibió un disparo en el pecho, informó el director de las autoridades médicas locales, Ziad Khalaf, a la AFP. No pudo precisar quién lo había matado.
Las personas heridas, incluido un miembro de las fuerzas de seguridad, fueron alcanzadas por “disparos, lanzamientos de piedras o cristales”, añadió. La mitad de los heridos son kurdos y la otra árabes, precisó.
El portavoz de la policía de Kirkuk, Amer Chouani, confirmó a la AFP que el balance de víctimas era de “un muerto y ocho heridos”.
Las manifestaciones rivales reunieron, por un lado, a habitantes kurdos y, por otro, a manifestantes turcomanos y árabes.
Las fuerzas de seguridad, desplegadas para evitar la violencia entre ambos bandos, realizaron disparos de advertencia para obligar a los manifestantes kurdos a dispersarse.
Varios vehículos fueron incendiados en una gran avenida, según un periodista de la AFP.
Durante casi una semana, las tensiones han ido en aumento en Kirkuk, una ciudad históricamente disputada entre el gobierno federal de Bagdad y las autoridades de la región autónoma del Kurdistán iraquí, en el norte.
El primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, ordenó el sábado en un comunicado “el establecimiento de un toque de queda en Kirkuk y la organización de extensas operaciones de seguridad para barrer las áreas sacudidas por los disturbios”.
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