RUSIA– La muerte del jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, que sus simpatizantes afirman que fue un asesinato ordenado por el Kremlin, sigue un patrón de muertes misteriosas de críticos de Vladimir Putin.
Prigozhin cayó en desgracia después de una crítica vocal al liderazgo militar
Y un intento de golpe. Muchos lo consideraban un hombre muerto caminando desde ese punto. Sus predicciones parecen haber hecho realidad, después del accidente de avión en el que Prigozhin estaba entre los 10 pasajeros y la tripulación que murieron.
Los presuntos asesinatos anteriores incluyen a Ravil Maganov, el presidente de Lukoil que criticó la guerra en Ucrania, Boris Nemtsov, ex viceprimer ministro bajo Boris Yeltsin y crítico vocal de Putin, y Boris Berezovsky, el oligarca que huyó al Reino Unido y amenazó con derribar a Putin por la fuerza.
Anna Politkovskaya, la periodista que acusó a Putin de convertir a Rusia en un estado policial en su libro “La Rusia de Putin”, fue asesinada en Moscú en 2006, mientras que el ex agente de la KGB Alexander Litvinenko, que acusó a Putin de su asesinato, fue asesinado por envenenamiento por polonio en Londres a finales de ese año.