El huracán Idalia avanzó hacia la costa oeste de Florida el martes, provocando órdenes de evacuación masiva y alertas de inundaciones, mientras las autoridades advirtieron que la tormenta podría fortalecerse a niveles “extremadamente peligrosos” antes de tocar tierra.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) dijo que Idalia “es ahora un huracán de categoría 2” y advirtió que se esperaban inundaciones costeras “potencialmente mortales”, lluvias torrenciales y fuertes vientos. Desde el lunes por la noche, la tormenta también afectó a parte de Cuba.
Se prevé que las cálidas aguas del Golfo de México, cercanas a los 31 ºC, conviertan a Idalia en un “peligroso huracán de gran intensidad antes de tocar tierra el miércoles”, informó el NHC, al tiempo que advirtió de “inundaciones por marejada ciclónica de 10 a 15 pies (3-5 metros)” en las zonas costeras.
“Muy pocas personas pueden sobrevivir estando en el camino de una gran marejada ciclónica, y esta tormenta será mortal si no nos apartamos del peligro y la tomamos en serio”, dijo la jefa de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos (FEMA), Deanne Criswell.
Los huracanes de gran intensidad son lo de categoría 3 o superior en la escala Saffir-Simpson, de cinco niveles, y según el NHC pueden causar daños “devastadores” y “catastróficos”.
En el momento de la publicación del último boletín del NHC, Idalia se encontraba a 310 kilómetros al suroeste de Tampa, Florida, con vientos sostenidos de hasta 155 km/h.
En Steinhatchee, una de las pequeñas localidades que salpican el norte de Florida, Robert Bryant estaba ultimando los preparativos para irse con sus dos gatos y su perro tierra adentro.
“Estamos en el agua, así que seremos los más afectados”, dijo este estudiante de 18 años, cuya casa construida sobre pilotes se encuentra cerca de la desembocadura de un río.
Ron DeSantis, gobernador de Florida y candidato a la presidencia estadounidense, instó a quienes se encuentran en las zonas de evacuación a lo largo de la costa del Golfo a que se vayan “ahora”.
“No es necesario recorrer cientos de kilómetros”, dijo en una conferencia de prensa, instando a los residentes de los 23 condados bajo órdenes de evacuación a llegar a refugios u hoteles que estuvieran fuera de las zonas de peligro.
Casi 150 personas murieron el año pasado cuando el huracán Ian azotó la costa oeste de Florida como una devastadora tormenta de categoría 4, provocando marejadas ciclónicas y fuertes vientos que derribaron puentes, arrasaron edificios y causaron daños por valor de más de 100.000 millones de dólares.
Se prevé que Idalia toque tierra más al norte a lo largo de la costa, en el área llamada Big Bend, una vasta región pantanosa que, a diferencia de la mayoría de las otras áreas costeras alrededor de Florida, no tiene islas barrera.
“Realmente no hemos tenido un huracán azotando esta área desde hace mucho, mucho tiempo”, dijo el gobernador, quien suspendió su campaña para manejar la crisis.
Según el último boletín del NHC, los pronósticos son cada vez más seguros de que Idalia “llegaría a la costa de Florida adyacente a la Bahía de Apalachee el miércoles por la mañana”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, habló con DeSantis el lunes por la mañana y aprobó una declaración de emergencia para Florida, lo que garantiza ayuda federal para afrontar el paso de Idalia.
Inundaciones podrían afectar partes de Carolina del Sur entre el miércoles y el jueves.
El aeropuerto internacional de Tampa cerró antes de la llegada de Idalia, mientras que los vuelos se vieron interrumpidos a lo largo de la costa este de Estados Unidos debido a que otro huracán, Franklin, azota el Atlántico.
Inundaciones en Cuba
Las fuertes lluvias desatadas por Idalia sobre el occidente de Cuba dejaron inundaciones en varias localidades y a más de 200.000 usuarios sin electricidad, informaron el martes autoridades locales. No se reportaron pérdidas humanas.
Idalia ingresó el lunes por la noche por Cabo de San Antonio frente al Golfo de México y sus intensas precipitaciones se mantenían el martes en algunas comunidades de la isla.
“Ahora hay que trabajar urgente: servicio eléctrico, comunicaciones, la agricultura (…) cosechando para distribuir todo lo que se pueda” de alimentos, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel al presidir una reunión para coordinar los trabajos de recuperación.
Las precipitaciones afectaron principalmente a las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque y La Habana.
En La Habana, de 2,1 millones de habitantes, 90.000 clientes se encuentran sin electricidad, dijo a la televisión estatal un funcionario de la Unión Eléctrica.
Una de las más afectadas es la zona de producción de tabaco en Pinar del Río. Esta región sigue sin recuperarse del huracán Ian, que golpeó el oeste de Cuba en septiembre pasado con un saldo de al menos dos muertos.
Las lluvias, con rachas de viento que sobrepasaron los 110 km/h, dañaron la producción de tabaco en Vueltabajo, donde se cosecha el mejor tabaco cubano y siguen dañadas 60.000 viviendas por Ian.
Los científicos advierten que las tormentas se volverán cada vez más potentes a medida que el planeta se calienta debido al cambio climático.