La policía haitiana, funcionarios del gobierno y algunos miembros del cuerpo diplomático extranjero han estado esperando que una oferta de Kenia para liderar una intervención internacional en un Haití atribulado significaría que miles de policías adicionales ayudarían a desmantelar y combatir a bandas secuestradoras fuertemente armadas.
Sin embargo, en cambio, la propuesta se perfila como una oferta para proteger infraestructuras gubernamentales clave como el aeropuerto, los puertos marítimos y las carreteras principales, que según los críticos no frenará la violencia y sólo terminará en un fracaso.
“La mayoría de las infraestructuras críticas que citaban están en manos de las pandillas. Antes de proteger esta infraestructura crítica, primero hay que recuperarla”, dijo una fuente diplomática al Miami Herald.
La “fuerza de protección estática”, que un experto en seguridad de Haití califica de “no efectiva”, fue presentada por un equipo de evaluación de seguridad de 10 miembros encabezado por el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Kenia, el embajador George Orina, cuando se reunieron el lunes dentro de un pequeño hotel . habitación, no lejos del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe.
Asistieron miembros del gobierno haitiano, altos mandos de la Policía Nacional de Haití, diplomáticos extranjeros y el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas. La delegación, que estaba bajo la protección de Estados Unidos y acompañada por más de una docena de miembros del personal del Departamento de Estado de Estados Unidos, incluía miembros del Ministerio de Relaciones Exteriores y funcionarios de policía de la nación de África Oriental, según dos fuentes familiarizadas con su composición.
La delegación llegó el domingo en un vuelo de American Airlines y partió el miércoles después de dos días de reuniones que incluyeron una sesión de trabajo con el alto mando de la policía nacional haitiana.
El objetivo del grupo de trabajo era evaluar los requisitos operativos para la misión policial, que aún debe ser aprobada por el gobierno de Kenia y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Pero lo que está surgiendo, según varias personas que hablaron con el Miami Herald bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hablar, no es lo que algunos ministros del gobierno haitiano imaginaron cuando acordaron en octubre pedir ayuda a la comunidad internacional.
Las fuentes dijeron al Herald que durante las conversaciones en Puerto Príncipe, los kenianos no se comprometieron sobre si cumplirían su oferta de considerar la solicitud urgente, que cuenta con el respaldo del Secretario General de la ONU, António Guterres.
Sin embargo, si aceptaran hacerlo, los kenianos dejaron claro que su despliegue dependería de varios factores. Incluyen una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que Estados Unidos ha dicho que buscará “dar a los kenianos lo que necesitan para establecer su presencia en Haití”; y un umbral mínimo de 2.000 agentes que estén listos para ser desplegados.
Kenia ha dicho que enviaría 1.000 policías y dejaría que otros países contribuyeran con el resto. Pero el mandato de la misión está generando preocupaciones entre quienes participaron en las discusiones, así como entre otros que no estuvieron allí pero son expertos en la historia violenta de Haití con las pandillas y las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.
Fuente: Miami Herald