Cerca de 100.000 personas fueron evacuadas de la provincia pakistaní del Punyab, tras las inundaciones provocadas por el vertido de India de varios miles de metros cúbicos de agua en un río que desboca en los dos países, aseguraron las autoridades pakistaníes.
Cientos de pueblos en el Punyab (centro-este) fueron sumergidos por la crecida del río Sutlej este domingo. Miles de hectáreas de tierras agrícolas, incluidas plantaciones, fueron destruidas.
“Hemos rescatado a 100.000 personas, que transferimos a lugares más seguros”, declaró el miércoles a la AFP Farooq Ahmad, el portavoz de los servicios de salvamiento del Punyab.
Tras el aguacero que provocó inundaciones, India vertió el domingo cerca de 85.000 m3 de agua excedentes de sus embalses al Sutlej, provocando inundaciones río abajo en la orilla pakistaní, según Mohsin Naqvi, jefe del gobierno del Punyab.
India realiza esta práctica en ríos que fluyen hacia Pakistán, normalmente advirtiendo previamente a su vecino. Pakistán, por el contrario, denuncia que es un problema recurrente.
Desde el 9 de julio, 16 personas murieron en las inundaciones directamente provocadas por las descargas de agua indias, afirma el servicio de urgencia pakistaní Rescue 1122.
Ningún funcionario pudo ser contactado para aportar un comentario tras lo sucedido.
Las presas que tenían que proteger las viviendas no pudieron contener el volumen de la crecida, lo que ha dejado a cientos de pueblos incomunicados, sin que sea posible acceder a ellos por carretera.
Las operaciones de rescate continúan en las zonas inundadas, donde las autoridades tienen que utilizar botes para rescatar a hombres, mujeres, niños y rebaños.
“Hay mucha agua. Los niños tienen hambre y no tienen nada para comer”, declaró el martes a la AFP Sidhra Bibi, una aldeana que consiguió refugiarse en un campo de Kasur, uno de los siete distritos afectados o a punto de serlo.
La estación monzónica, que dura de costumbre de junio a septiembre, es esencial para el riego de plantaciones y para reponer los recursos hídricos del sur de Asia, al que aporta entre el 70 y el 80% de sus precipitaciones anuales.
Es vital para la agricultura y la seguridad alimentaria de esta región, que cuenta ella sola dos mil millones de habitantes. Sin embargo, las lluvias torrenciales también provocan dramas y destrucciones cada año.
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