Los fuertes y altos vientos durante la noche favorecieron la extensión del incendio forestal fuera de control en Tenerife, obligando a más residentes a abandonar sus hogares en el sector norte de esta turística isla española, indicaron las autoridades este sábado.
El enorme incendio, declarado a última hora del martes en una zona montañosa del noreste de la isla, es el “fuego más complejo” que ha afectado en más de 40 años al archipiélago canario, situado en el océano Atlántico, según las autoridades.
“El fuego está fuera de capacidad de extinción, quizá no en todos los sectores, pero en gran parte”, declaró Pedro Martínez, director de los trabajos de extinción, explicando que los esfuerzos se vieron obstaculizados por las grandes nubes de humo y el viento.
“El comportamiento meteorológico en la noche de ayer ha sido francamente severo (…). Eso hizo que el incendio se desbordase por la vertiente norte”, señaló Fernando Clavijo, presidente regional, apuntando como causas al viento, las elevadas temperaturas y la baja humedad relativa.
Para el viernes por la noche, el fuego había forzado a más de 4.500 personas a abandonar sus hogares, aunque no hubo nuevas informaciones sobre cuánta gente resultó afectada por las tempranas evacuaciones en cinco municipios.
“Las circunstancias del incendio han cambiado. La meteorología ha cambiado y hemos tenido que evacuar cinco municipios de la zona norte de Tenerife”, escribió Manuel Miranda, responsable de emergencias de las islas en la red social X, antiguamente Twitter, advirtiendo sobre la “peligrosidad y la proximidad del incendio”.
Las últimas evacuaciones se produjeron cuando los meteorólogos advirtieron de que las altas temperaturas y las fuertes rachas de viento del fin de semana complicarían las labores de extinción.
El incendio, que tiene un perímetro de 50 kilómetros, ha destruido hasta ahora 5.000 hectáreas de terreno, con 225 bomberos trabajando durante la noche para controlar las llamas.
La zona afectada por el incendio equivale a casi el 2,5% de la superficie de Tenerife, que es de 203.400 hectáreas.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tenía previsto visitar el centro de control de incendios el sábado junto con el ministro de Turismo, Héctor Gómez, mientras que el presidente Pedro Sánchez volaría a la isla el lunes, según las autoridades.
Una gran columna de humo
El viernes por la noche, la columna de humo había afectado a 10 municipios en Tenerife, la mayor de las siete islas que forman el archipiélago de las islas Canarias.
Más allá de los evacuados, las autoridades aconsejaron a otras 1.700 personas que se quedaran en sus casas.
El viernes se produjo una “evolución favorable” tras una noche en la que las llamas avanzaron de forma más lenta y previsible y los vientos amainaron después de dos días con un comportamiento del fuego “muy inusual”, lo que complicó las labores de control.
El incendio generó una gran columna de humo que se extiende ahora ocho kilómetros en el aire, elevándose muy por encima de la cima del Teide, el volcán que domina la isla.
Con sus 3.715 metros, el Teide es el pico más alto de España y un popular destino turístico, pero todas las carreteras al parque nacional estaban cerradas el jueves.
El incendio fue declarado tras una ola de calor que dejó muchas zonas del archipiélago completamente secas.
Los científicos han advertido de que las olas de calor serán más frecuentes e intensas a medida que aumente la temperatura mundial debido al cambio climático.
El 2022 fue un año especialmente malo para los incendios forestales en Europa, siendo España el país más afectado, con casi 500 incendios que destruyeron más de 300.000 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).
De acuerdo con EFFIS, en lo que va de año, casi 76.000 hectáreas fueron arrasadas por 340 incendios en España, uno de los países europeos más vulnerables al cambio climático.
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