El presidente Joe Biden viaja a Arizona y Nuevo México, azotados por olas de calor extremo, para intentar convencer a la población sobre su política medioambiental, cuando se acerca el primer aniversario de su gran plan climático.
La primera parada de este viaje al suroeste de Estados Unidos es Arizona, donde las temperaturas rozan los 50°C desde hace varias semanas.
El estado se enfrenta además al caudal especialmente bajo del río Colorado, que pone en peligro el suministro de agua tanto a las zonas urbanas como al sector agrícola.
A finales de mayo, el gobierno federal y los estados afectados llegaron a un acuerdo sobre la gestión del agua disponible.
Joe Biden, de 80 años y candidato a la reelección, tiene previsto aprovechar el viaje para “destacar cómo su administración ha realizado inversiones históricas en clima, conservación y energías limpias”, según la Casa Blanca.
El presidente empezará por uno de los parajes naturales más espectaculares del mundo, el Gran Cañón.
Según varios medios de comunicación estadounidenses, podría anunciar la creación de un nuevo “monumento nacional”, es decir, una vasta zona protegida que prohibiría la extracción de uranio, para responder a las preocupaciones de las tribus indias de la región.
“Amenaza existencial”
La fecha de este viaje no fue elegida por casualidad, ya que la llamada Ley de Reducción de la Inflación (IRA), eje de su mandato, cumplirá un año el 16 de agosto.
Se llama así porque cuando el Congreso la aprobó la inflación tocaba máximos en 40 años.
El objetivo de este plan es reducir las emisiones de CO2 en un 40% de aquí a 2030 con respecto a los niveles de 2005. Y lograr cero emisiones en 2050.
Para conseguir la meta, promete invertir 370.000 millones de dólares en la transición energética, sobre todo en la fabricación de baterías para coches eléctricos y paneles solares.
También invertirá en los servicios públicos, para modernizar el departamento de impuestos, por ejemplo.
Joe Biden considera el cambio climático como una “amenaza existencial” y critica a los republicanos que lo cuestionan.
Por otro lado, la elección de Arizona oculta intenciones electorales.
Es un estado emblemático de los retos que plantea el cambio climático, con temperaturas extremas y sequía. Pero Arizona también promete ser una de las zonas electorales más disputadas en las próximas elecciones presidenciales, para las que falta poco más de un año.
En 2020, Joe Biden derrotó a Donald Trump por apenas 10.000 votos en este estado clave.
Inversión
Un año después de su adopción, la Ley de Reducción de la Inflación no ha tenido ningún impacto positivo en la popularidad de Joe Biden entre los votantes republicanos.
Más de la mitad de los estadounidenses (57%) desaprueba la gestión de Biden contra el calentamiento global, pero reconoce que ignora qué contiene el plan, según un sondeo del Washington Post y la universidad de Maryland publicado el lunes.
Y eso a pesar de los numerosos anuncios de inversiones de empresas en Estados Unidos.
“La legislación ha impulsado una explosión de inversiones en Estados Unidos, con aproximadamente 200 nuevos proyectos de energía limpia por un total de más de 110.000 millones de dólares anunciados en Estados Unidos durante el año pasado”, declaró el departamento del Tesoro en un comunicado publicado el 28 de julio.
En el sector manufacturero se han anunciado nuevas inversiones por un total de más de 75.000 millones de dólares, según Jack Conness, experto del grupo de reflexión Energy Innovation: Policy and Technology.
El miércoles Joe Biden viajará a Nuevo México, otro estado bajo el azote de olas de calor extremo.
Por último el jueves viajará a Utah, donde se centrará en sus programas para veteranos.