Un reciente estudio de una antigua espada de hierro encontrada por buzos frente a la costa israelí ha revelado que el arma probablemente se perdió en una batalla naval entre cruzados y musulmanes hace unos 800 años, según un artículo publicado en el último número de la revista Atiqot, editada por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA).
Recuperada del fondo marino en octubre del 2021, la espada atrajo un enorme interés y la noticia fue publicada en numerosos medios de comunicación de todo el mundo. Fue hallada en Atlit, una pequeña localidad costera al sur de Haifa, que fue un puesto de avanzada de los cruzados hasta el año 1201.
La espada estaba cubierta por una espesa concreción marina de arena y conchas, lo que dificultaba separar el metal sin causarle daños.
“Es desafortunado que no podamos ver la espada como era”, comentaron los investigadores en redes sociales. “Por otro lado, la concreción ralentizó el proceso de oxidación, preservando la espada en su totalidad. De lo contrario, el hierro se habría oxidado y desintegrado en el agua”, explicaron.
El arma fue sometida a un estudio por rayos X para permitir vislumbrar su forma original, ya que habría resultado inevitablemente dañada si se hubiera eliminado la gruesa capa marina de arena y conchas que la cubrían.
El estudio reveló que se trata de una espada liviana, con una hoja de 88 cm de largo y 4,6 cm de ancho, que fue usada en combate, lo cual testimonian una curvatura en el borde de la hoja, la cruceta, que se movió un poco de su lugar, y la ausencia de vaina.
“Todo apunta a que esta espada cayó al agua durante una batalla”, afirmó el doctor Joppe Gosker, de la IAA, citado por The Times of Israel.
“Al ser costosas, las espadas generalmente se encuentran dentro de una vaina”, explicó. “En este caso, solo se encontró la espada. De esto podemos inferir que cayó al mar durante una batalla, posiblemente junto con su dueño. No encontramos ningún resto adicional en nuestros escaneos del lugar, pero ¿quién sabe? El guerrero aún puede yacer sin ser descubierto en las profundidades, para ser revelado algún día por las arenas movedizas”, manifestó.
Mientras las espadas medievales europeas eran largas y rectas, “usadas para apuñalar y cortar”, las del mundo islámico de aquella época generalmente tenían hojas curvas, razón por la cual los investigadores creen que el arma pertenecía a un cruzado.
Las observaciones preliminares indicaron que la espada se hizo de acuerdo con el diseño europeo medieval. Ahora, siguiendo técnicas no invasivas y mínimamente invasivas, los expertos la han datado entre los siglos XII y XIII y la han asociado con un asentamiento franco en Tierra Santa.
El período de las cruzadas en Palestina comenzó en 1099, con la conquista de Jerusalén, y duró alrededor de 200 años.
Mantener el control de los puertos era esencial para la supervivencia de los cruzados, debido a su dependencia de los suministros de Europa.
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