El partido amistoso entre dos equipos ingleses de la división inferior tuvo que ser suspendido después de que un coche fúnebre entrara en la cancha acompañado de un segundo auto de color gris.
Ambos vehículos dieron vueltas en círculos mientras lanzaban folletos desde las ventanas en aparente señal de protesta.
Los hinchas, en pánico, abandonaron sus asientos cuando dos hombres enmascarados se bajaron del auto negro y se subieron al segundo vehículo antes de salir del campo de juego.