El presidente francés, Emmanuel Macron, remodeló este jueves ligeramente su gobierno, a la búsqueda de un nuevo impulso tras un inicio de año marcado por las protestas masivas contra su reforma de las pensiones y un estallido de disturbios nocturnos.
La remodelación, que no afectó a los ministros de Economía, Interior, Exteriores o Justicia, supuso la salida sobre todo de los funcionarios que el mandatario centrista nombró en 2022 procedente de la sociedad civil.
El respetado historiador especialista de las minorías Pap Ndiaye, uno de sus fichajes estrella en 2022, dejó el Ministerio de Educación, que pasó a Gabriel Attal, un peso pesado del oficialismo y hasta ahora responsable de Cuentas Públicas.
Aurélien Rousseau, exjefe de gabinete de la primera ministra Élisabeth Borne, asumió Salud, en reemplazo del médico François Braun, y la líder oficialista en la Asamblea Nacional, Aurore Bergé, heredó la cartera de Solidaridades de Jean-Christophe Combe, exdirector general de la Cruz Roja en Francia.
Otra de las salidas más destacadas es la de secretaria de Estado Marlène Schiappa, que causó polémica luego de posar vestida para la revista Playboy y en el punto de mira por su gestión de un fondo contra el extremismo.
Con estos cambios poco más de un año después de su reelección, Macron refuerza la imagen política de su gobierno, en un mandato en el que carece de mayoría absoluta y en el que la oposición de derecha se ha convertido en su principal apoyo.
A menos de un año de las elecciones europeas de mayo, el oficialismo busca frenar también una extrema derecha al alza.
Sus próximas batallas son una “recomposición política” alrededor de la ecología y su reforma migratoria, que “no hay que dejar en manos de las oposiciones”, dijo la víspera Macron a los diputados oficialistas.
Los disturbios que estallaron a finales de junio en Francia tras la muerte de un joven baleado por la policía aplazaron una remodelación que había cobrado fuerza tras el desgaste provocado por la controvertida reforma de las pensiones.
El lunes, el presidente ya confirmó a Borne en su cargo, aunque para el 56% de los franceses es una mala primera ministra, según un sondeo Elabe publicado el miércoles.
Para Céline Bracq, del instituto de sondeos Odoxa, la remodelación tendrá un impacto “neutro o negativo”, ya que los franceses esperan un mayor alcance con los cambios de la primera ministra y de los ministros “impopulares”.