Bajo presión desde la ola de disturbios que sacudió Francia desde junio, el presidente Emmanuel Macron confirmó el lunes en el cargo a su primera ministra, Elisabeth Borne, quien anunció que realizará “ajustes” en el gobierno.
“Para asegurar la estabilidad y el trabajo de fondo, el presidente de la República decidió mantener a la primera ministra”, anunciaron fuentes cercanas al jefe de Estado francés.
Macron explicará esta decisión “antes del fin de la semana”, agregaron.
A finales de junio, la muerte de un adolescente por disparos de un policía durante un control de tráfico provocó varias noches de disturbios y daños considerables en el país a pesar del despliegue de miles de policías y gendarmes.
Esa ola de manifestaciones aplazó la posibilidad de una remodelación del gobierno, que había cobrado fuerza tras el desgaste provocado, entre otros, por la controvertida reforma de las pensiones.
Una vez la situación se tranquilizó, los rumores emergieron de nuevo, incluso con la posibilidad de un cambio de primer ministro.
Pero Macron, finalmente, decidió “mantener” a Borne en su cargo.
Tras esta confirmación, la primera ministra anunció que desea “ajustes” en su gobierno y que “los propondrá al presidente de la República esta semana”.
Una diputada del partido oficialista Renacimiento (Renaissance, en francés) vinculó estos rumores de destitución de la primera ministra a una campaña del titular de Interior, Gérald Darmanin, que siente “una aversión profunda” por todo lo que Borne “encarna en cuanto a su relación con la política y la gente”.